¿No será orden de Chuck Leavell?
¿No lo habrá contratado Chuck Leavell, usando el poder delegado por Jagger?
Aquello de que Stu le dijo a Richards "si me muero, llamen a este sujeto", me parece uno de los cuentos de Keith para disimular el hecho de que perdió mucho terreno frente a Mick y que la forma en que empezaron a trabajar los Stones cuando entró Leavell nunca le gustó.
De ahí a cuestionar la versión sobre que a Darryl lo eligió Charlie, hay un paso.
Como con las listas de temas, cuando Keith comenta que para que un recital salga bien, el cantante debe estar cómodo y que por eso él deja que Jagger elija qué tocar en vivo.
A veces, cuando dice estas cosas, Richards tiene un hambre...
Chuck Leavell es el pivote del plan diabólico de Jagger para cumplir su sueño solista.
No me quejo de los Stones actuales, porque, a pesar de todo y todos, siguen siendo los Rolling Stones, pero sí lamento mucho la tendencia aguachenta que siempre está queriendo copar la parada, desde 1988 y por eso culpo tanto a Mick Jagger como a los otros Stones, que le permiten estos caprichos.
Eso no quita que sin Mick Jagger nunca hubiéramos tenido a los Rolling Stones, eso desde ya.
Chuck Leavell, Matt Clifford, los 48 trompetistas, Sasha, Lisa, Fowler, Darryl Jones, Denson... Todos esos son funcionales a Mick, que es un Rolling Stone, pero no a los Rolling Stones.
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Más allá del odio absoluto que le tengo a ese Chuck Leavell, lo que estoy pensando por estos días es cuánto influía Stu en la dinámica de los Stones.
La pelea Jagger/Richards no fue entre dos sujetos, fue entre dos bandos. Escuchando entrevistas de la época queda claro quién estaba de cada lado. Jagger por acá y Richards junto con los demás. Creo que por el carisma que de la dupla Jagger/Richards tomamos que la guerra fue entre Mick y Keith, cuando en verdad fue entre Jagger y todos los demás.
Esto se venía gestando, pero estalló cuando murió Stu y Jagger nunca volvió a ser igual.
Ni en la imagen, ni en la forma de cantar, ni en los movimientos en escena.
Cuando se perdía en las letras o entraba a destiempo, dejaba pasar los compases que necesitaba o champurreaba cualquier cosa y luego se enganchaba. Ahora, ante la misma situación, se apura en encajar las letras hasta llegar adonde "debe" llegar.
Esa es una diferencia sutil pero fundamental, porque parece que se esfuerza en cumplir con algo preestablecido, como un cantante común y hasta principiante.
Verlo en la gira de Steel Wheels da vergüenza y se lo nota tratando de retomar sus mohínes de solista.
Tal vez Ian Stewart fue aún más importante de lo que muchos pensamos. Quizás hubiera podido evitar el derrape de Mick con sus berretines pop.
No creo que un pianista del estilo de Stu haya elegido a uno como Leavell.
Y hoy dudo que Charlie haya elegido a Darryl Jones.
Como leí una vez por ahí: "claro... y les creo cuando dicen que hace años que no se endrogan. Y les creo cuando dicen que hace años que abandonaron las experiencias bisexuales. Y les creo cuando dicen que Richards se cayó de una palmera y que no fue un ACV por cocaína. Y les creo cuando...".
La historia de los Stones está llena de misterios, contradicciones y fábulas. Algunas son lindas anécdotas de color, otras son profundas lecciones de vida. Estas nos dibujan una sonrisa, aquellas nos dejan pensando.
Pero también hay un lado oscuro en todo este universo que están creando desde hace más de cincuenta años, con episodios feos que nos dan palpitaciones, que nos hace sentir el frío y adrenalínico sudor del miedo. Hablo de situaciones que uno hubiera deseado nunca enfrentar.
El ingreso de Chuck Leavell es uno de esos episodios horribles. ¿Qué digo "uno"...? Es el gran capítulo de terror dentro de la historia de los Rolling Stones.
Y todo porque Stu se murió. Ahora le agarré bronca a Stu también.