Lo más cerca de sonar prolijos, para mí, fue en la gira de Steel Wheels, la peor de todas (aunque No Filter 2017 vino a disputar ese lugar).
En estudio, es indiscutible que Beggar's Banquet parecía ser lo más copado que iban a hacer y después se mandaron esos discos de la cachufleta de Krishna, que te vuelan la caspa. No obstante lo cual, el pico como Stones estuvo entre que entró Wood y el último recital de 1982, porque en vivo crecieron mucho con Ronnie y la onda de los Stones es el vivo. Incluso discos como Emotional Rescue o Black and Blue tienen un esmówin único y genial.
Por fuera de ese período, siempre estuvieron en gran nivel, de todas formas. Excepto la infame 2da mitad de 2017. No es casual que retomen el espíritu aguachento de '89/'90, con Matt Clifford y toda la Murga de Villa Tachito.