Buen consejo Gerardo.
De los conciertos en los que he podido ver a bluesmen clásicos, en todos he visto una comunión total con el público (que suele estar 100% entregado). Interactuando con los que estábamos allí, y compartiendo anécdotas y respondiendo al público incluso después de la actuación.
El endiosamiento de los grupos o cantantes de rock no tiene lugar en el blues, algo así como un público que reverencia a los que siguen haciendo blues y unos artistas que se sienten en deuda con sus seguidores. Quizás por ser una audiencia mucho más minoritaria de gente que sigue sólo la música y no la imagen y los músicos lo saben. No se qué os parece.
Me viene a la mente el comienzo de los Stones con Brian Jones intentando divulgar su pasión por los doce compases.