Está difícil.
La del '95 fue una gran gira, con un gran disco, en un gran momento. Lo único malo, para mí, fue el sonido que les pintó en esa época. En vivo, a mis tiernos 11 años no lo noté, pero escuchando la transmisión de telefé pensaba que esa onda latosa de las violas era cosa de la mezcla de TV, pero con bootlegs comprobé que toda la gira fue así.
La de 2006 fue una gira muy despareja, con un disco muy choto, pero en un gran momento para tocar en vivo, explotando los defectos para convertirlos en virtudes. Y el 23 de febrero fue uno de esos recitales casi demenciales.
En mi corazón ESTÁN EMPARDADAS LAS VISITAS DE 1995 y 2006.