Los Stones siempre habían estado ahí, antes de llegar a ser para mi lo que son desde hace ya tiempo. Pero ahí estaban, símbolo del rock and roll, símbolo de lo distinta que podía hacer tu vida la música.
Antes había seguido a otros, era un fan impenitente de Elvis Presley, escuchaba el rock de los cincuenta, y me volvía loco con Howlin´ Wolf y Muddy Waters, y el rocanrol y el blues me llevaron hacia ellos, que seguían estando ahí.
Fué un momento de mi vida en el que se me abrió el suelo a mis pies, un momento en el que un desengaño amoroso marcó un antes y un después. En aquel momento pensé que todo se acababa, pero en ese momento, en ese año, encontré a los dos motores que hoy mueven mi vida: en primer lugar llegaron ellos y a renglón seguido apareció la persona más maravillosa del mundo, mi mujer Carmen.
Ese año, 1997, mi vida cambió para siempre. Desde entonces han formado parte de mi día a día, me han hecho volar en mis mejores momentos y me han ayudado a levantarme en los peores. Nunca me han fallado estaban, están y seguirán ahí por siempre. No he podido cambiarme el nombre por el de Mick, Keith o Charlie, ni mi mujer me va a permitir que la llame como alguna de las musas que inspiraron sus canciones, pero mi preciosa perrita se llama Angie, y se me llena la boca cada vez que pronuncio ese mágico nombre (quienes aman a esos preciosos seres saben de qué hablo...).
Gracias por darle tantas cosas buenas a mi vida y muchas gracias por seguir ahí, ojalá yo me vaya antes que ellos. Y muchas gracias a todos los banqueteros que compartís conmigo tantos sentimientos, gracias a Estela, Marcelo y Gerardo por hacerlo posible.
Gracias Keith, Mick, Charlie, Ronnie, Brian, Stu, Bill, Mick Taylor, y a todos los que están detrás y lo hicieron posible. KEEP ON ROCKIN´!!!!!!!!!!!