A los 88 años murió Jim Marshall, llamado The Father of Loud o el "padre del ruido". Como Jimi Hendrix, que en su pequeña tienda de Uxbridge Road compró uno de sus equipos, también Kurt Cobain, profeta de la distorsión, muerto hace 18 años, a sus 27.
Marshall era de Londres y desde pequeño amó la música, de modo que se convirtió primero en cantante y después en baterista. Al inicio de los 60 hizo ingeniería electrónica y abrió un local donde vender instrumentos y demás. Como narra el legendario Pete Townsend, la proverbial guitarra de The Who, lo que halló fue una solución para aumentar el volumen y obtener, además, sonidos más profundos y distorsionados.
Jim experimentó en su profesión e inventó el amplificador que lleva su nombre, que es sencillamente un sinónimo, entre los músicos, de poder. Es la presencia escénica infaltable, una columna de Marshalls, en cualquier concierto de bandas de rock. Pero sobre todo, su invento revolucionó al rock moderno con ese estertor "sacro", como lo llamó el crítico Lester Bangs.
Fuente: A24