A gritos y sombrerazos se llegó a doscientos años. Justo ahora la calle está llena de chamacos lombricientos tronando cuetes, y el zócalo de gente que festeja lo que no conoce ni vivió, y tal vez ni entienda.
Larga vida al país como tal. El elemento poblacional no sé...
algo "bonito":
Alta traición
No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.
José Emilio Pacheco