Reeditada la "primera película" de rock & roll
La cinta, realizada el 29 de octubre de 1964 en Santa Mónica, en el que supuso el debut de los Rolling Stones en Estados Unidos, ha estado desaparecida durante 45 años
Aunque sólo sea por deslumbrarse con el tren nocturno de James Brown, sólo por eso, vale la pena hacerse con el TAMI show. "¿De qué me hablan?", se preguntarán muchos. No es para sonrojarse. Dicen que incluso Michael Jackson iba loco por disfrutar de esa actuación, justo antes de publicar su Thriller, en 1982. El productor Rick Rubin, que tuvo la suerte de ver ese documento, lo describió como "la más impresionante actuación de rock & roll jamás filmada".
Durante más de cuatro décadas, la película realizada el 29 de octubre de 1964 en Santa Mónica, en el que supuso el debut de los Rolling Stones en Estados Unidos, ha estado desaparecida. Sólo circuló alguna copia extraída de remotos pases televisivos. El estreno se produjo ese año en Los Ángeles y en abril del 65 viajó al Reino Unido. Luego cayó en el limbo y en la mitología. Hasta ayer, cuando se publicó una edición íntegra, incluidos los Beach Boys, mutilados en la versión inicial.
Los que la habían visto la convirtieron en una referencia. Para Quentin Tarantino, se trata de una de las cimas de las peliculas de r&r y el guitarrista Steven van Zandt la considera "inigualable". Una de las letras que Sting escribió en 1980 para Police daba una pista: "Enciendo mi vídeo, he puesto lo mismo durante años, James Brown en el TAMI show...". Otra alusión la aportó uno de los participantes, Keith Richards, si ese tipo en blanco y negro es el mismo que el que hoy todavía asombra con su guitarra. "Nunca se había hecho nada igual y nunca se ha vuelto a hacer. Aquello fue un verdadero caleidoscopio musical". Así se recoge en el libro del 2003, According to the Rolling Stones (Chronicle books).
Su rodaje estuvo repleto de anécdotas. Jan and Dean, que ya aparecen en escena con monopatín, ejercieron de anfitriones. Una docena de participantes, con, entre otros, unas jovencísimas The Supremes, Smokey Robinson, Marvin Gaye o The Barbarians. Pero fue Chuck Berry quien provocó la alarma. En una actitud que otros organizadores de conciertos también han sufrido –en Barcelona, años después, se comportó de forma similar–, exigió que se le pagara más y en metálico.
El ambiente aún se enrareció más por la actitud del rey del funk. Le molestó que unos recién llegados le quitaran el honor de cerrar el acto. "Nadie puede seguir a James Brown", dicen que dijo. Sin embargo, aceptó. Cuentan que a Jagger le marcó esa exhibición. En privado, los británicos han reconocido en más de una ocasión: "Actuar después de Brown ha sido la peor decisión de nuestra carrera".
Sellaron la amistad. Una semana después, James Brown los invitó al escenario neoyorquino del Apollo, su casa.
Francesc Peirón - La Vanguardia-