Anoche lo vi, es absolutamente disfrutable, es divertido (Keith se divierte y larga sus comentarios punzantes de siempre mientras se ríe como es habitual). Lo otro que me pareció genial es que se habla todo el tiempo de música, de la música que Keith ama y que nosotros también amamos, es un documental en donde se respira música hasta por los poros. Como bien dice Marcelo es el puto amo, no hay dudas.
En otro orden, hay que tener cuidado sobre las expectativas que tengan los se apresten a ver el documental. No es un documental sobre la vida de Keith Richards ni mucho menos, yo diría que es casi un documental sobre "Crosseyed Heart", ya que en varios partes del documental, se ven varios cortes de pedazos de sus canciones del último disco, a la que se suma el ingrediente que Keith habla de todas sus influencias y en las que irremediablemente se va al pasado desde su infancia hasta su presente, pero siempre hablando de música, se habla de música, música y más música. Hay pocas imágenes de los Stones y de él mismo, aunque las que hay están mortales. Es un documental con escasa producción. En fin, es ideal para fans como nosotros, no me queda claro qué tan copado pueda ser para público general, pero igual creo que tiene gancho igual. Saludos.