Estoy impaciente por leerlo.
Ahora estoy leyendo la biografía de Jaco Pastorious, el bajista que revolucionó la manera de tocar el bajo, y que fue considerado el mejor bajista de jazz del mundo, y, la verdad, es que no tiene desperdicio.
Paso de odiar las drogas y el alcohol, y de ser un gran deportista, a convertirse en alcohólico y cocainómano, a dormir en los parques, o en las canchas de baloncesto en Nueva York, y estar ingresado en clínicas psiquiátricas. Por causa de las broncas que ocasionaba en los clubs de jazz, le fue prohibida su entrada, y acabo muriendo por una paliza que le propinó un portero de un club de jazz. Una vida verdaderamente trágica. Dicen sus amigos, que no pudo soportar la presión de ser considerado "el mejor bajista de mundo".
Quien no lo haya escuchado nunca, recomiendo que busquen su música.