Germán Daffunchio
“Lo ayudamos hasta donde pudimos”
El cantante y guitarrista de Las Pelotas revela los motivos del alejamiento de Alejandro Sokol, su socio creativo desde las primeras épocas de Sumo.
Germán Arrascaeta
De nuestra Redacción
[email protected] El rock siempre se cruza con abogados. Nadie sale indemne de esa regla de oro. Ni The Clash cuando firmó con Epic, ni Dead Kennedys cuando la diáspora de sus miembros era inevitable.
Por estos días, el ejemplo nacional lo da Las Pelotas, que debió recurrir a letrados para pautar la salida del cantante Alejandro Sokol, miembro fundador junto a Germán Daffunchio.
Ambos armaron al grupo a partir de las costillas de Sumo y a los meses de la muerte de Luca Prodan. Ahora, cuando se convirtió en una referencia de canción intensa y calidad interpretativa, Sokol se aparta y lo apartan. ¿Las razones? El comportamiento extremo de Sokol no le permitía cumplir con las exigencias de una formación que se desempeña en las ligas mayores.
Tal cosa se desprende de la versión que Daffunchio ofrece a La Voz del Interior. “Los caminos se bifurcaron, Alejandro no pudo seguir nuestro ritmo. En los últimos tiempos, él estuvo volcado a su proyecto solista, a su grupo. Se va de común acuerdo, él quería probarse solo”, revela el músico, entre el dolor por vivir una situación incómoda y la tranquilidad de haberse sacado una mochila de encima.
“Esta situación no es nueva. Siempre hemos tenido crisis con Alejandro. Él tiene muchos problemas personales y siempre hemos tratado de empujarlo, pero ahora... Es casi como un matrimonio, hay momentos en que las expectativas cambian. Esa sería la razón, básicamente... Está buscando otra cosa, que no coincide con lo que nosotros buscamos”, completa.
Si Daffunchio no se hubiera proyectado como cantante, el alejamiento de Sokol hubiera sido más traumático, por eso de que habría que reemplazar a una voz única. Así, la duda pasa por cómo afrontará Las Pelotas a los clásicos teñidos por Alejandro. “Las Pelotas es un grupo y Alejandro era un integrante más dentro suyo, que decidió tomar otro camino. Aquí no se trata de hacer la de Pink Floyd, donde Waters canta todos los temas que grabó Gilmour. Se trata de seguir haciendo música. Nuestra frase es ‘si tenés música, estás vivo’. No mirar tanto al pasado sino al futuro”.
–Entonces, no van a tocar más los temas en los que cantaba Sokol.
–Después de superar la muerte de Luca y de quedarme solo como un perro y poder salir, esta es una situación mucho más fácil. En el último disco, Alejandro canta cuatro temas. Ya se notaba un abandono suyo. No es algo que nos tome de sorpresa. He escuchado tantos disparates al respecto... No sé en qué diario salió que (el tema) Basta era premonitorio. Insisto, si hay música, seguís vivo. Si no, podríamos habernos separado para volver a los cinco años y hacer una gira reencuentro.
Los muchachos “sokolistas”
A partir de Basta y la escasa participación de Alejandro, en los foros de fans se habló de “daffunchistas” y “sokolistas”.
–¿Qué creés que pasará con los que se concentraban en la imagen de Alejandro?
–Todo pasa y todo queda. Lo nuestro es pasar. No estoy pensando cómo lo va a tomar la gente. El que lo quiere ver a Alejandro, puede hacerlo cuando él arme su grupo. Lo importante es que cada uno siga vivo. Lo demás, entrará en el terreno de la conjetura. El rock, y su constante tendencia a hacer polémica, nos está dando una importancia grandísima. Hay problemas más graves que lo que pueda pasar entre Alejandro y yo. Con Alejandro somos amigos desde nuestros 15 años. Y lo fui a buscar cuando armamos Las Pelotas. Y estuvimos juntos hasta ahora. Cada uno sabe qué aportó. Ambos estamos con la conciencia tranquila. Todos, en realidad. Porque no se trata sólo de Germán y Alejandro. Cuando estás en primera división, las presiones y las exigencias son muy grandes. ¿Viste que hay jugadores de fútbol que no quieren entrenar más? En su momento, a Alejandro le planteamos trabajar con una responsabilidad determinada y estaba en él aceptarla o no; y decidió hacer otra cosa. No hay culpas.
–¿Qué pasará en el corto plazo? ¿Saldrán a tocar?
–Podemos salir a tocar en cualquier momento. Cuando hicimos Basta, trabajamos tanto que, en realidad, teníamos casi dos discos. El tema es que la mayoría de los temas los cantaba yo. Ahora está la decisión de si nos ponemos a grabar, si sacamos temas nuevos, si seguimos tocando... Terminó el Quilmes que fue nuestro objetivo, terminar con la frente en alto, todos juntos. Eso se cumplió, fue una buena despedida para todos. Ahora, el futuro nos espera. No hay drama. Sabíamos que en cualquier momento iba a pasar.
–¿Cómo es que lo sabían?
–Desde la época del accidente de Alejandro (fines del año pasado) hubo un planteo serio de la banda para que se ponga en orden así empezábamos a trabajar en armonía. Fue difícil. .
–¿La posibilidad de buscar un reemplazante?
–No tiene sentido. Puede ser que incorporemos otro guitarrista. Sé que no soy showman, ni nada por el estilo. Me encanta cantar, eso sí. El futuro dirá dónde iremos a parar. Si algo me quedó en claro después de ver a Soda, es que a la gente le chupa un huevo lo que pasa arriba del escenario. Valen las canciones. Lo importante es que estamos en paz.
Alejandro tiene las puertas abiertas en Las Pelotas y puede volver.
–¿Cómo es eso?
–Puede volver siempre y cuando ordene su vida y esté dispuesto a trabajar con la intensidad con la que todos lo hacemos. Todos estos años le hicimos un aguante infernal. Lo que tiene que enfrentar, lo tiene que enfrentar él. Nosotros lo ayudamos hasta donde pudimos.OJALA SE ORGANIZE Y VUELVA!
