les dejo esta data por si a alguno como yo le gusta los clash y dylan
Shine a Light
Martin Scorsese, 2007
La cintura de avispa, la boca hipertrofiada, las caderas no mienten: si es cierto que los mitos son como canto rodado, los Rolling Stones siguen girando. En Los infiltrados, la película que al fin le dio el Oscar total a Scorsese, la acción empezaba con el aullido de Gimme Shelter: era cuestión de (poco) tiempo para que su pacto con las Majestades Satánicas fuera rubricado. ¿El mito de Fausto en clave cine & rock? Martin ubica discretamente 18 cámaras por el Teatro Beacon de Nueva York y así quedarán, impresas en celuloide, la cerebral androginia del siempre insatisfecho Mick Jagger y la mefistofélica inconsciencia de Keith Richards. Mientras Charlie Watts y Ron Wood completan el cuadro, la estrechez del set recuerda aquel mítico Rock & Roll Circus (1968), pero ahora con las estrellas en plena autoconciencia y ya no disfrazadas: o tal vez sí, pero de ellas mismas.
Joe Strummer: The Future Is Unwritten
Julien Temple, 2007
Aquí, Londres llamando. Desde el corazón del Imperio Británico, el grito dejó escrito que, por mugre y por furia, Joe Strummer sería un ícono del punk. En este rockumental, el inglés Julien Temple (director de The Filth and the Fury, la biopic de los Sex Pistols y creador de imágenes para la beautiful people británica: de Culture Club a Blur) cumple con un "impresionante esfuerzo de producción" para contar vida & obra del músico que, al frente de The Clash, dio razones a una generación de jóvenes desencantados. Hablan todos: Bono, Mick Jagger, Jim Jarmusch... ¡Brigitte Bardot! En The Future Is Unwritten, "Strummer es revelado no sólo como una leyenda o un músico sino como un auténtico narrador de nuestros tiempos", opinó el Independent Film Channel. Habrá, sí: micrófonos acoplados, guitarras destrozadas, borracheras históricas. Que sea punk.
I' m Not There
Todd Haynes, 2007
"Usted está aquí": la leyenda que puede ser cartel de shopping o dilema existencialista, se multiplica por seis en la biopic sobre la vida de Bob Dylan, el que estuvo en todos lados y no se dejó agarrar en ninguna parte. Con la iconografía simplista de un Playmobil ("Dylan rural" o "Dylan genio"), el histórico indie Todd Haynes (Velvet Goldmine) construye un relato fracturado en seis actores para seis épocas de su vida: si el negrito Marcus Carl Franklin es un pequeño Zimmerman que se hace llamar "Woody Guthrie" en sus inicios folk y Richard Gere es el señor venerable, el malogrado Heath Ledger (foto) sugiere la fragilidad del espíritu débil como "Dylan feliz", aun en el divorcio. Y Cate Blanchett, de quien la trivia informa que usó una media para marcar bulto, compone al mejor, el andrógino: anteojos de tía, modales femeninos y pelucota.
se van a apasar en el BAFICI