AQUI ESTA LA NOTA, MUY CHUSCA, POR CIERTO TAMBIEN ANDUVO EN EL METRO VIENDO LA EXPOSICION DE LUCHA LIBRE!!!
El Universal
Miércoles 27 de febrero de 2008
Como cualquier pasajero, Bob Dylan estuvo en la estación Bellas Artes del Metro, el pasado lunes, pero viendo fotografías de lucha libre.
Pasadas las dos de la tarde, en su día de descanso, el intérprete de “Like a Rolling Stone” decidió recorrer la exposición alusiva montada en el pasillo que conecta la línea 2 con la 8.
Unas 20 personas, entre ellas Omar González, pudo verlo a escasos centímetros.
Dylan portaba un sombrero tipo pescador negro; chamarra del mismo color y una pantalón de mezclilla.
“Pregunté a la persona de seguridad: Es Bob y me respondió que sí... Luego pregunté a dónde lo llevaban, y respondió que al Gimnasio Nuevo Jordán”, recordó Omar González.
Durante su estancia en la exposición Dylan se dejó tomar fotografías de las personas que lo reconocieron, sin posar jamás.
“Andaba muy tranquilo, caminando sin problema. No había cámaras de televisión o fotográficas, todo era con celular”, indicó.
De la misma manera en que se presentó en el sistema de transporte colectivo subterráneo, Dylan hizo lo propio en el gimnasio, donde soprendió a propios y extraños.
Rodolfo Rosales
El Universal
Miércoles 27 de febrero de 2008
Todos los tuvieron cerca, compartieron olores y sudores y nunca supieron que estaban frente a una de las leyendas vivientes del rock... Bob Dylan.
“A mí me hablaron de un hotel muy lujoso y me preguntaron que si podía recibir a una persona muy importante, me dijeron que llegaba a más tardar a las 14:30 horas, pero no, nos quedamos esperando”, relató el administrador del gimnasio Nuevo Jordán, Roberto Meneses.
De hecho, cuando llegó Bob Dylan, no supe que era él. Lo vi greñudo, grande y muy delgado, venía con un argentino y otras dos personas; ellos sólo preguntaron cuánto costaba entrenar un día y cada uno pagó 50 pesos; llegó a las 14.30 horas, trabajó y a las 15:30 horas se baño en el gimnasio y se fue, pero nunca supe que fuera una persona tan importante, que lástima, ni una foto me tomé con él”, lamentó Meneses.
Quien sí estuvo cerca de él y hasta le dio instrucciones, fue el mánager Rodolfo Guerco Rodríguez.
“Eran cuatro personas, dos gran des y dos jóvenes, los dos grandes se pusieron guantes, junto con otro que parecía oriental; cuando los vi le dije a Lorenzo López (otro mánager), pin... viejitos les va a dar un infarto”, dijo divertido el Guerco.
De hecho, Rodríguez se ofreció a ayudarles y fue bien recibido.
“Me dijeron que sí, entonces al Bob Dylan, ese que tú me dices, que era el más grande, lo puse a hacer un round de costal y otro de pera; luego lo subí a boxear un round con cada uno de sus amigos y lo hizo bien; se ve que práctica el boxeo desde hace tiempo, porque suelta buenos golpes y trae orejeras, concha y guantes profesionales; sabe lo que es el pugilismo y lo disfruta”.
Eso sí, asegura que “no sabía que era el famoso rockero, aquí nadie lo reconoció, llamó la atención su cabello y su edad, es un pin... viejito, más grande que yo".
Al retirarse el cantante le dio las gracias “ni un boleto para su concierto, tuve el gusto de darle órdenes, aunque no tenga una foto con él”.
El mejor camuflaje de Dylan fue su personalidad, nadie lo reconoció.