Mike Huckabee: Biblia, dieta y Rolling Stones
Después de ser el candidato republicano favorito en Iowa, Huckabee ha quedado tercero en las primarias de New Hampshire. Del púlpito a la política, pasando por la dieta, la maratón y la música rock, Mike Huckabee es una figura insólita incluso para el panorama político americano. Ex pastor baptista, ex obeso transformado en atleta después de perder 50 kilos, Huckabee es un conservador populista que atrae a los electores de la derecha evangélica hacia temas sociales, pero propone ideas fiscales que dejan horrorizada al ala republicana liberal y enemiga de los impuestos.
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A América se le propone que elija, después de Bill Clinton, a otro presidente nacido en Hope, en Arkansas, y a otro ex gobernador del estado del sur, pero muy diferente de su antecesor. Aunque ambos tienen en su currículum la misma guardería (Miss Mary’s Kindergarten), las diferencias entre Huckabee y el ex presidente van más allá de los nueve años de edad que les separan. Huckabee ha construido su propia carrera política proponiéndose como una alternativa a los Clinton y a los demócratas de Arkansas. Del marido de la candidata senadora Hillary le separan también los gustos musicales: al saxo y al jazz del ex presidente, Huckabee contrapone el bajo de una banda de rock que él mismo fundó, Capital Offense.
Fue un golpe de mano contra un clintoniano lo que llevó a Huckabee en 1996 al poder. En aquel momento era el vice republicano del gobernador demócrata Jim Guy Tucker, caído en desgracia porque se vio implicado en el escándalo Whitewater, cuya investigación tuvo en el punto de mira a los Clinton. Tucker dimitió pero, cinco minutos antes de que Huckabee prestase juramento para sumir el control del estado, cambió de idea y anunció que volvía para quedarse. El futuro candidato a presidente reaccionó haciendo frente a la primera crisis de su carrera política: juró, bajo el control de la Guardia Nacional, y obligó en pocas horas a Tucker a dimitir, evitando una guerra civil en Arkansas.
Biblia y Rolling Stones
El episodio le sirve ahora a Huckabee para erigirse como líder hacia la Casa Blanca, después de 10 años de gobernador. Pero, a diferencia de sus adversarios, no es el liderazgo la cualidad que ha exaltado. Sus puntos fuertes son la personalidad brillante, la capacidad de oratoria y el bagaje de valores que dice defender.
Huckabee se hizo notar pronto. A los 14 años ya se anunciaba en la radio; a los 15 notó la llamada espiritual que a los 16 le llevó a predicar en los púlpitos. Considerado un estudiante brillante que habría podido hacer carrera en muchos sectores, elige la vida religiosa y se hace pastor baptista a los 18 años, casándose ese mismo año con su novia de toda la vida, Janet. Pero la política estaba ya en su objetivo. En 1980 organizó un mega-evento de la derecha evangélica en Dallas para Ronald Reagan, del que surgió una realidad religiosa convertida en séquito de gran importancia electoral para el propio Reagan y para George W. Bush.
Después, Huckabee vuelve a la palestra con la historia de un ex obeso, que contó en un libro lleno de consejos titulado Dejar de cavar la propia tumba con cuchillo y tenedor. En Arkansas, Huckabee tomó la iniciativa que ahora suscita la perplejidad de los conservadores fiscales, como es la de haber decidido pagar la educación de los hijos de inmigrantes clandestinos. Su escasa experiencia en política exterior y sus dudas sobre la teoría de la evolución también han suscitado varios interrogantes.
Huckabee ha sido atacado también por haber concedido, según algunos, la gracia con demasiada ligereza a varios condenados a muerte.
Una gracia es sin embargo lo que le hace fuerte: uno de sus primeros gestos como gobernador fue cancelar una vieja violación al código que en 1975 fue penada al guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, uno de sus ídolos. A quien protestó preguntando si habría hecho lo mismo con una persona cualquiera, Huckabee contestó: "Encontrad a uno que toque como Richards y le perdonaré también".Fuente
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