Fuente: Jordi Tardá - El Periódico de Catalunya - 28/8/2007Los Stones acaban la gira de dos años y ya planean nuevos 'shows' 1. • La banda descarta la retirada definitiva y prepara actuaciones en Asia y EEUU para el año que viene
2. • Nueve hijas de los miembros del grupo hicieron de coristas en el concierto de despedida en Londres
Han sido 147 conciertos en 114 ciudades de 30 países. Son las cifras finales del A Bigger Bang Tour, la gira más larga de The Rolling Stones, que empezó en Boston hace más de dos años y concluyó el domingo por la noche en Londres. "Este es el último concierto de la gira --dijo Mick Jagger desde el escenario del 02 Arena. "Hemos sobrevivido a tormentas, árboles... pero seguimos ahí". Keith Richards, detrás de su otra vez querido amigo, levantó los brazos como diciendo "yo también sigo bien". Tan bien siguen que ya piensan en volver a la carretera y a partir de febrero tocarán en Asia y EEUU.
No, el de este domingo no fue el último concierto de la historia de los Stones, como decían algunos rotativos de Londres. La banda irá a Asia en febrero y luego viajará a Norteamérica para promocionar Shine a light, la película que Martin Scorsese rodó sobre el grupo en el Beacon Theatre de Nueva York. Antes, Mick Jagger editará su disco de éxitos con tres canciones inéditas. En Londres se estrena el Satisfaction's Ballet y en el horizonte hay el proyecto de una antología de la banda.
LA VISITA DE BILL WYMANEl domingo por la tarde, el vestíbulo del lujoso Hotel Savoy parecía el final de una excursión. "Regreso a casa", decía el bajista, Darryl Jones. "Pues yo tengo una semana libre y vuelvo al trabajo", apuntaba el saxofonista y teclista, Tim Ries, aludiendo a un nuevo disco con temas de los Stones a ritmo de jazz. El ex-Stone Bill Wyman, que sorprendentemente apareció por allí con su esposa y tres hijas, apostilló: "Yo sigo vivo tras haber estado en esta banda". Unas horas más tarde, la cena-fiesta previa al show se convirtió en una celebración familiar, con los niños de la familia de Mick Jagger por allí, jugando a soldaditos, mientras Michael Cohl, dueño de la gira, no soltaba prenda sobre el futuro de la banda.
Los Stones llegaron al 02 Arena al estilo James Bond. En canoa y con un Richards que alardeaba: "Mick no sabe dónde ir sin mí. Además, le tengo que ayudar a descubrir su otro 50% de talento. Aún nos queda algo que contar". Si alguien quiere que los Stones sigan, ese es Richards.
El escenario que utilizó el grupo en sus tres shows de Londres era el mismo del Madison Square Garden de Nueva York, con telón circense y un segundo escenario más pequeño en el centro del recinto. La noche empezó con Start me up y You got me rocking, Rough justice y Ain't to proud to beg. En la quinta canción, la olvidada She was hot, alguien tiró un liguero al escenario. Jagger lo guardó disimuladamente en el bolsillo y luego dijo: "Espero volver a ver a esa chica en otra fría noche de Chicago".
Tras la participativa You can't always get what you want vino el momento más brillante de la noche con una vibrante Can't you hear me knocking. La interpretación de armónica de Jagger fue tan emocionante que terminó abrazado a Keith Richards. Lo nunca visto. El homenaje a James Brown con I'll go crazy dio paso a Tumbling dice y a la esperada presentación de los músicos, en la que Jagger dio las gracias a todo el mundo por el éxito de la gira.
El mejor de los tres conciertos de Londres acabó con It's only rock and roll, Satisfaction y Honky tonk woman. Ya en el escenario grande, hasta nueve hijas de los Stones participaron en los coros de Sympathy for the devil, Paint it black y Jumpin' Jack flash. Richards, emocionado, gritó al público: "Vosotros también formáis parte de la banda". En el bis no hubo sorpresa y Brown sugar sonó majestuosa, sin mensaje que confirmara que los Stones volverán. Pero lo harán.