MUSICA : "THE BIGGEST BANG", DE LOS ROLLING STONES
Una gira mágica y sus misterios Este viernes se edita una caja con cuatro DVDs de los Stones. Contiene imágenes en escenario y en backstage de la última gira que pasó por Buenos Aires.
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Silvina Marino
[email protected]El tamaño sí importa. Por lo menos para los Rolling Stones, que todo lo hacen a lo grande, y de manera espectacular. Esta vez, con un lanzamiento prometedor (y cumplidor): 4 DVDs titulados The Biggest Bang. Si desde el nombre ya no es necesario fingir modestia (la gira se llamaba A Bigger Bang pero ahora es "the biggest, el más grande"), con este nuevo registro, lo será mucho menos. Porque hay que estar a la altura de un tour que incluyó 116 conciertos excepcionales, como los que trajeron a estos pagos a principios de 2006. Y, sin dudas, Richards-Jagger y demás lo están de sobra.
Para empezar, lo clásico: The Biggest Bang incluye grabaciones de algunos de sus shows. Dos de ellos, casi completos: el de Austin, Texas (disco 1) y el famoso gratuito de Copacabana (disco 2). Con algunas diferencias entre ambos: en el primero el hincapié está puesto en la ejecución de la banda y el segundo, en la imagen. Aunque en todos hay cientos de cámaras (y sus respectivas tomas) sucediéndose ágilmente, para pasar -en segundos- de un primerísimo plano del pie de Mick marcando el ritmo, a: la sombra -de espaldas- de Watts (adorablemente imperturbable), la vista aérea del público y la panorámica del escenario. Todo minuciosamente calculado, mientras pasan los temas, los mismos que tocaron en la gira. Porque, si en los shows en vivo se destacaba que estos hombres-más-que-maduros rockearan como adolescentes que se dejan llevar, aquí no hay ilusión alguna de improvisación. Jagger canta mejor que nunca, los otros hacen lo suyo (también, mejor que nunca) y todo esto se puede ver y rever para constatar.
Si es cierto -como solía decir Richards en el interesante libro Viajando con los Rolling Stones (Robert Greenfield)- que, para un músico, es necesario saber distinguir con quiénes se rodea ("distinguir a los idiotas de la gente buena"), aquí esta elección es definitoria. Porque gran parte del mérito de este trabajo es, claro, también de los que rodean a los Stones. Y esto va más allá de los músicos que tocan junto al cuarteto estelar: son los que hacen una producción impecable, captan un sonido inmaculado, realizan la excelente edición.
Bajo el riesgo de resultar abrumador (por las siete horitas que dura), el trabajo es finalmente atrapante. Sobre todo, en el detrás de escena en el que se pueden ver detalles encantadores. Por ejemplo: la vestuarista ordenando la ropa de cada stone según sus pedidos (explica que a Watts le gusta tener un calcetín de cada color, apilados de manera cromática). Y también vemos a la producción lidiando por los dormitorios en Copacabana.
Hay dos cuestiones ineludibles en The Biggest Bang: el documental sobre este documental (Salt of the Earth, en el disco 4) y las tomas en River. Lo primero, con backstage de los conciertos, pruebas de sonido, imágenes de las ciudades inundadas por la stonemanía, coberturas mediáticas (unos CQC italianos haciendo una falsa prueba para entrar a la banda) y conferencias de prensa. Y los conciertos argentinos, con su peculiar público. "Buenos Aires es distinta: lo raro es que el show empieza cuando te bajás del avión y no termina hasta que te subís de nuevo", blanquea Jagger mientras los fanáticos se lanzan a la van del grupo, hacen pogo, coreando "hasta los riffs", como describió Eddie Vedder en los fantásticos shows porteños de Pearl Jam. Y, precisamente, aquí Vedder aparece también, esta vez invitado a cantar Wild Horses a dúo con Jagger. Entre los tantos plus a lo largo de los cuatro discos, además, se destacan dos covers: Get Up, Stand Up (Bob Marley) y Mr Pitiful (Otis Redding).
DOCUMENTO Y DOCUMENTAL MUESTRAS DE LOS SHOWS E HISTORIAS DESCONOCIDAS EN UNA CAJA CON CUATRO DVDS
QUE COSTARA $ 190.
