Diario clarin 12/04/07
EL EXTRANJERO
Keith Richards: la leyenda del indomable
Dijo que había inhalado las cenizas de su padre con cocaína y se armó un escándalo. Hubo desmentidas, confirmaciones y hasta retos de Disney, que lo sacó de la promoción de la próxima "Piratas del Caribe".
Hernán Firpo
[email protected]Justo cuando el rock había dejado de ser la fruta prohibida, cuando perdía imagen, tenía el pulso herido y era menos peligroso que el hombre de la bolsa; justo cuando el pelado de Bersuit nos andaba diciendo que la revolución era abrazar un árbol y justo cuando estábamos por entrar al vivero para comprarnos un bonsai, Keith Richards —el rocker más geriátrico y travieso que haya dado el movimiento— saca de sus tripas embriagadas un vade retro redentor, cuenta que inhaló las cenizas de su padre y —hay que decirlo— pone las cosas en su lugar.
A lo largo de cuatro largas décadas, los Rolling Stones trataron de desorientarnos con leyendas de Dorian Gray y celebraciones de pactos diabólicos. Para colmo, las escapadas a clínicas escondidas en los alpes suizos y los cambios de sangre. ¡Mentiras! ¡Bullshits! El diablito de la épica stone queda reducido a unos cuantos versos satánicos y después se va a la cucha con la cola entre las patas. Richards salió a decirnos lo que nos dijo o a decirnos que su receta de sobreviviente consiste en meterse parte de su genealogía por la nariz. It's Only Rock 'N Roll (But I Like It).
¿Será la pócima de la eterna juventud? ¿Sus tías y abuelos también habrán sido esnifadas? ¿Será una broma? ¿Será la verdadera flema inglesa (en la acepción más mucosa de la palabra)?
Richards hizo público su olfato necrófilo al confesar, en una nota con el semanario New Musical Express, que había mezclado los restos cremados de su padre con unas medidas de cocaína. "¿Lo más disparatado que pasó por mi nariz? Mi padre", contó en la entrevista donde explica que vio a su padre ahí, tan espolvoreado, que no pudo resistir hacerse un tirito. "Fue incinerado y mezclé las cenizas con un poco de cocaína. A mi padre no le hubiera importado. Le habría dado exactamente igual" (Lo que aún no se dijo es que es que por esos días de 2002, Richards andaba resfriado y que algunos gramos de su padre, Bert, de 84 años, debieron haber terminado en un pañuelito carilina).
Se publicó la entrevista y al otro día semejante muestra de cariño o lo que sea (algunos llevan sus afectos en el corazón; otros, en la nariz...) hizo que el portavoz de los Rolling Stones tuviera que salir a dar explicaciones sobre las prácticas químicas del guitar sapiens. Y salir a desmentir las habilidades narcóticas de alguien como Keith Richards vale por una epopeya (y por un aumento de sueldo). "No lo dijo en serio", repitió en 34 idiomas Bernhard Doherty. Y Richards reforzó: "Sólo traté de decir qué cercanos éramos". Ante esto, el revista especializada salió a ratificar lo publicado. "En ningún momento me dio a entender que sus declaraciones eran una broma", dijo el periodista Mark Beaumont.
Mientras Bono lo maldecía desde el Vaticano de U2, Jagger le abría su célebre bocota en los tímpanos y Bog Geldof lo llamaba para decirle que así nunca nunca iba a convertirse en Sir, el viejo Keith no tuvo más remedio que optar por una salida naturalista pero, digamos, más convencional. En la página web oficial de los Rolling Stones informó que nada que ver, que todo había sido un "malentendido" y que las cenizas de su padre, que en paz descanse, yacían junto a un roble "que empezó a crecer gracias a él". ¿Vieron? Unas frases que rozan el capítulo uno del Buen Militante de Greenpeace, y ya es posible zanjar determinadas prohibiciones totémicas.
Sin embargo, pese al supuesto equívoco, la estrella invitada de la tercera parte de Piratas del Caribe será castigada. Imaginen: Disney se derretiría de furia porque, okey, nuestras películas están llenas de huerfanitos, diría don Walt, pero de ahí a tamaña resignificación de la muerte, a eso de andar aspirándote esa clase de gente que suele llevar a sus hijos a ver las películas de nuestra corporación...
O sea, Keith: fuiste el Capitán Grant Sparrow, fuiste el padre de Jack Sparrow, el personaje de Johnny Depp, pero no esperes que te hagan notas de promoción. Ningún pata de palo Richards, ninguna gira de difusión. Es más, los directivos hasta habrían amenazado con sacarte de los créditos del filme. Pero, ¿importa? ¿Acaso pensabas dedicarte a la actuación? ¿Pretendías terminar siendo una montaña rusa de Disney como Aerosmith?
Sexo, droga (& The Papas) y rocanrol.
