Diario Clarín (Argentina, 5/03/07)
PERSONAJE
Marianne Faithfull: "Vivir con Jagger fue destructivo"
Repuesta de un cáncer de mama, la cantante que fue musa de los Rolling Stones en la década del 60, confiesa que fue muy duro ser la pareja de un gran artista como Mick Jagger. Cuenta su pasado de anorexia y drogas y dice que "la vida es un verdadero tersoro". La actriz que representa a María Teresa, la madre de la reina en "María Antonieta", habla de su protagónico en "Irina Palm", y de la gira que retoma.
Geoffrey Macnab THE GUARDIAN ESPECIAL PARA CLARIN
Fue un año horrible", dice Marianne Faithfull. La lucha con el cáncer de mama dominó su vida a fines de 2006 y la obligó a cancelar una gira en otoño. Ahora, sin embargo, la actriz y cantante de voz ronca está de regreso. Los médicos le dieron luz verde en Navidad y está ansiosa por lanzarse a la ruta. De hecho, cuando le diagnosticaron el cáncer, les preguntó a los médicos si podía terminar la gira.
"Me contestaron: No. ¿No sabe lo que significa extenderse como un cáncer? Todo pasó muy rápido. Me lo detectaron en septiembre y me operaron de inmediato. Estaba a tiempo. Tuve mucha suerte. Todo lo que puedo decirle a cualquiera, hombre o mujer, es que hay que hacerse chequeos regulares."
La gira europea, bautizada "Song of Innocence and Experience", recomienza en estos días. Este año, a la musa de los Rolling Stones se la ve en la pantalla grande por partida doble: interpreta a la emperatriz María Teresa de Austria, la ambiciosa madre de la joven reina decapitada en María Antonieta, el filme de Sofia Coppola. Y el mes pasado asistió en Berlín al estreno mundial de su nueva película, Irina Palm, en la que interpreta a Maggie, una mujer de cincuenta y tantos años de una pequeña población adormilada de Inglaterra llamada Yardley Hastings. Su nieto está enfermo. A menos que se lo pueda trasladar a Australia para practicarle una operación, se va a morir. Maggie no tiene ahorros. Tampoco tiene una casa propia. Desesperada, recorre el centro de Londres y termina por fin en Soho, donde, casi sin proponérselo, entra a un local de sexo.
En ese momento la película hace un viraje bizarro. Le ofrecen trabajo a la abuela inglesa como masturbadora de clientes cuyo rostro no ve. "La primera vez es raro —le dice una compañera de trabajo que está sentada junto a ella ante el agujero—, pero después ni te das cuenta."
Maggie resulta tener verdadero talento para el trabajo. La rebautizan Irina Palm y va a trabajar todos los días con un termo de té. Pronto gana suficiente dinero como para pagar el tratamiento de su nieto. Ni siquiera un ataque de artritis la detiene; simplemente cambia de mano.
Pero Irina Palm es mucho menos entusiasta que la sinopsis sugiere. Faithfull interpreta a Maggie con una contención que contradice su pasado de rock and roll. Hace hincapié en que trabajar en la industria del sexo no tiene nada de glamoroso ni de divertido. "Tuve amigas que trabajaban en la industria del sexo, muy buenas amigas. Todas murieron. Nunca me dijeron que la pasaban bien. Era una decisión difícil. Por lo general era la historia de siempre: una chica joven llega a la gran ciudad sin dinero y se mete en esa vida."
Faithfull admite que interpretar a Maggie le resultó muy difícil. ¿Cómo hace una rockera glamorosa para meterse en el papel de una viuda pueblerina sin atractivo alguno? "Tuve que convertirme en otra. Había conocido a algunas personas, no exactamente como Maggie, pero sí como sus horribles amigos. No son la clase de gente con la que tengo cosas en común. Por lo único que podía identificarme con Maggie era por ser madre y abuela."
Buena parte de Irina Palm transcurre en Soho, una parte del mundo que le trae a Faithfull recuerdos muy fuertes. A principios de los años 70, luego de su separación de Mick Jagger, pasó dos años viviendo en la calle, sumida en las drogas y la anorexia. "Vivía en la calle en Soho —recuerda—. Ese mundo, la industria sexual de Soho, debía transcurrir a mi alrededor, pero yo ni siquiera me daba cuenta. Es muy raro pensar en eso. Fue un momento de mucha degradación: calle y drogas."
¿Rescata algo positivo de su vida en la calle? Por lo que parece, era "exactamente lo que necesitaba en ese momento: un completo anonimato. Quería desaparecer, y lo hice." ¿Por qué quería desaparecer? Esa, dice, es una historia demasiado complicada como para contarla en unos minutos. "Quería salir de ese mundo. No era que no quisiera a Mick ni a la gente que había en mi vida. Los quería. Pero yo no era para ese mundo. No era lo mío, si bien ser una musa es un gran honor. Es una tarea muy ardua."
Faithfull no hace nada con moderación, ni siquiera leer. Cuenta que estuvo "inmersa en Sylvia Plath" y que acaba de terminar una biografía de Assia Wevill, la poeta que tuvo un romance con Ted Hughes cuando éste aún estaba casado con Plath. "Hay una cita muy interesante de Fay Weldon sobre esa tarea, la de la musa, y lo difícil que era en los años 60 ser una mujer independiente, tener una vida satisfactoria y no quedar absorbida por completo por un hombre fuerte y talentoso del que se estaba enamorada."
La tarea de ser la musa, agrega, "puede destruir a la gente". Tanto Wevill como Plath se suicidaron. "Mi historia es una afirmación de mi fuerza y también de mi suerte —dice—. Vivir con un gran artista como Ted Hughes o Mick Jagger es algo muy destructivo para una mujer que trata de ser ella misma. De hecho, no puede hacerlo. Una se sacrifica en el altar o se va. Si lo pienso en relación con Sylvia y Assia, tuve mucha suerte."
Faithfull acaba de cumplir sesenta años. Dado que logró sobrevivir al cáncer de mama, siente "más que nunca que la vida es un verdadero tesoro. Hace muchos años que siento que la vida es algo precioso, desde que abandoné las drogas y recobré el sentido." Calcula que pueden quedarle veinte años de vida. "Quiero ver crecer a mis nietos. Quiero estar junto a mis amigos. Quiero poder amar. Quiero trabajar. Quiero hacer algo que nunca hice: ahorrar dinero. Nunca compré nada. No tengo nada."
En este momento se concentra en la gira. Es evidente que está impaciente por volver al escenario, y le entusiasma que haya una generación de fans más jóvenes que se acercan a ella "sin equipaje". No la ven como la chica rockera de los años 60 por excelencia ni como la ex pareja de Jagger. "No conocen mi pasado, ni les interesa. Eso es muy bueno, porque es hora de que lo deje atrás."
Traducción de Joaquín Ibarburu
Un poco caro
Por Gabriela Saidon
En los gloriosos 60, Marianne Faithfull estuvo en la cresta de un tsunami. Haber sido pareja de Mick Jagger, musa de los Rolling Stones, y cantante empujada por aquella banda, representaba para la época el sueño de millones de chicas que hubieran querido ocupar su lugar. Pero Marianne confiesa: "fue muy destructivo". Su cuerpo y su espíritu sufrieron las consecuencias: un aborto, intento de suicidio, drogas, anorexia y un nada romántico vagar por las calles de Londres. El cáncer del que sale victoriosa parece haber sido el precio mayor por ese pasado no tan envidiable, después de todo.
-----------------------------------------------------------------------------------
Sabías?
La musa de los Rolling Stones fue, en los 60, la novia de Mick Jagger y supuesta amante y compañera de adicciones de Keith Richards. Cuentan las crónicas que para la época eran algo así como la dupla explosiva Kate Moss y Pete Doherty. La dama de familia bien criada en un colegio de monjas quedó flechada por el rockero (Jagger) cuando estaba recién casada con John Dunbar y vivió un romance intenso, con convivencia incluida y hasta un embarazo traumático. Ella abortó, cayó en el descontrol de las drogas (de la heroína más precisamente), fue encontrada por la policía junto a él y arrestada por tenencia de drogas, se deprimió, deambuló largo tiempo por las calles de Londres, se separó del músico a fines de la década del 60 e intentó suicidarse. En medio de tanto infierno, se dice que ella no tenía tapujos en ventilar frases como "me he acostado con tres de los Stones —en relación a Richards y Brian Jones— y luego me decidí por Mick" .
