Yoko no fue la única responsable (como villana de cine mudo). Fueron muchos factores, incluyendo el descontento de Harrison al sentirse excluido, la participación de Allan Klein (para muina de Paul, quien quería a su cuñado como manager) y la enemistad entre Lennon y McCartney.
Además, para la época de Let It Be, John estaba enganchado con la heroína.