Esas críticas no sorprenden, a pesar del éxito de Black and Blue los Stones fueron destrozados en el 76. Los shows que dieron en Inglaterra fueron catalogados como un carnaval simulado, el Mirror dijo que Keith apenas se sostenía en pie durante los shows y tocaron desafinados y fuera de tempo, hasta Jagger se quejaba de como sonaban esa gira y lo dijo en muchas entrevistas.
El show de Knebworth fue una de las pocas críticas positivas que cosecharon en ese tour europeo.