Por aqui les dejo un artículo, aclaro yo no fuí
a ver a u2.
El ocio nuestro
René Franco
Lo del Azteca fue un "evento", no un concierto
U2 ha muerto. Larga vida a U2.
El jueves, fui al Estadio Azteca a presenciar un "evento", no un concierto. La gente se sacaba fotos a sí misma, o "paneaba" retratando el estadio, y terminando en una "toma" de sus propias caras.
Mucha gente fue a decir: "Yo estuve ahí", no a escuchar. Cuando Bono puso en la enorme pantalla el texto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un gordo lleno de cerveza me gritó con voz ebria: "¡Eso está poca madre!". Lo volteé a ver como si compartiera su emoción y le pregunté: "¿Qué dice?". El borracho se rió y se volteó al escenario para volver a gritar que estaba poca madre.
Bono dijo "Chiapas, México, no more". Me imaginé que no acabaríamos la noche sin oír la palabra "Chiapas". Y cambió el discurso: a los gringos les da uno, a los latinoamericanos otro. La demagogia es así.
U2 está muerto porque es "Bono y sus amigos". No queda nada de Larry Mullen y Adam Clayton y ellos no quieren estar ahí. Muy poco de The Edge respira aún en ese escenario. Bono es un dictador ("tengo un complejo mesiánico", declaró la semana pasada) y nadie en ese grupo cuenta aparte de él. Se hace lo que Bono dice, incluyendo sus estúpidos e inanes discursos políticos.
En esta misma sección, les dije que Pink Floyd había muerto cuando todos en México los aplaudían. ¿Qué fue de ese asqueroso Pink Floyd? ¿Alguno de ustedes ha vuelto a escuchar el disco The Division Bell?
Les dije que Salma Hayek estaría nominada al Oscar meses antes. Dos años previos a su ascenso, les dije que Ricky Martin iba a conquistar la cima del entretenimiento en EU. Les dije que Britney estaba muerta después de su primer concierto en el Foro Sol.
Y ahora se los anticipo. Enójense lo que quieran. Me vale. U2 ha muerto. Y su próximo disco, se los apuesto, va a ser una compilación de éxitos.
Es obvio para un fan que no esté loco. Los que acamparon tres días afuera no son mejores fans por ello. Entré al Azteca comenzando el concierto; caminé hasta el frente, y me salí una canción antes. Los que acamparon son fans del "evento", no del grupo.
La mayor muestra de la muerte de U2 fueron "Zoo Station" y "The Fly". U2 suena a banda de covers de U2. Apagada, hundida en la hueva eterna. Larry Mullen ya ni siquiera se molesta en tocar las canciones como son.
El diseño del escenario, no por más grande fue mejor. Esas dos canciones se hacen como una burda imitación de la gira Zoo TV. Y las frases en las pantallas tienen la profundidad de "Venda su camisa".
Venda su camisa. Eso para Bono quiere decir algo, al igual que "hacer historia la pobreza" o "Chiapas, Mexico, no more".
La música, al fondo, yace moribunda. Los "fans" se sacan fotos a sí mismos.
No lo ven. Ustedes no se dan cuenta, por ejemplo, que la pésima ingeniería de sonido es una señal clarísima del descuido general de la producción. Suena mal (en un escenario abierto, como el Azteca, eso es imperdonable), y nadie lo arregla. ¿Para qué? Nadie se queja.
Ustedes no le echarían la culpa de esa mala ingeniería a Bono, ¿verdad? Pues lo es. Y por lo visto, Larry Mullen ya se cansó de estar tapando esos hoyos.
No lo vean si no quieren, pero eso no cambiará la realidad. U2 es una banda muerta.
A los fanáticos del "evento" y la acampada, les pregunto: ¿ya compraron sus boletos para ver a los Rolling Stones, o son sólo villamelones del rock?
Sí, eso suponía...