Cada integrante de la aclamada banda The Rolling Stones, que este sábado ofrecerá su espectáculo en el Coliseo de Puerto Rico, tiene su distintivo, su sello particular. A través de estas "biografías" y opiniones intentamos ofrecer un boceto de estos famosos rostros.
Keith "Keef" Richards
Único hijo de un matrimonio que vivió aguantando el bombardeo nazi en Inglaterra, Keith, de 62 años, es el baúl musical del que los Rolling Stones han sacado la mayor parte de sus composiciones y es el que más cerca está de la tradición 'bluesera' y 'rocanrolera' que la banda lleva 40 años exponiendo. No le importa más nada sobre la banda, excepto la dirección amusical, la que ha defendido hasta con cuchillas. Aunque no fuera el guitarrista que es, sería legendario por su aguante físico. Por su cuerpo han pasado suficientes drogas como para matar a un ejército de tecatos y todavía sigue en pie, salvando una que otra limpieza de sangre en clínicas europeas caras. Su perspectiva de vida extremadamente pragmática lo hace el Stones con las citas más ingeniosas, al punto que los fanáticos le llaman "Keithfucio", en honor al filósofo chino. Tiene muy guardado un lado sentimental que exhibe componiendo baladas cortavenas muy bohemias y clásicas.
"Yo no tengo un problema con las drogas, tengo un problema con los policías". (Keith)
"No pueden entender por qué yo puedo hacer lo que hago 'a mi edad'. ¿Qué les pasa a estos tipos? ¿Por qué ellos no lo pueden hacer? ¿Sólo porque las tipas me tiran sus panties y tengo 54 años? ¿Y qué? Lo siento, pequeñines, que no pueden tener ese tipo de acción". (Keith)
Sir Michael Philip "Mick" Jagger
"Los labios". Mick, 62 años, pertenece a ese grupo selecto de artistas para quienes alguna parte de su cuerpo es su tarjeta de presentación. Pero hay mucho más. Educado en la prestigiosa London School of Economics, Mick es uno de los cantantes más distintivos del siglo 20, no importa de qué tipo de música estemos hablando. Y la amplitud de sus intereses artísticos, filosóficos y financieros han definido a los Stones como grupo y como empresa. En una banda marcada por su afinidad con la cultura y música negra, Mick probablemente es el más "negro" de todos, un mini James Brown que usa su cuerpo para expresarse tanto como su voz. El choque de sus excesos frívolos con la integridad musical de Keith Richards es la clave de que a la banda se le haya clasificado como la más "autosustentable" de todo el rock.
"Mick tiene una de esas mentes y uno de esos fondillos. Su fondillo no se está quieto, y su mente tampoco". (Charlie)
Charles Robert "Charlie" Watts
El más viejo del bonche con 64 años. Si Mick es la cara de los Stones, y Keith es su alma, Charlie es definitivamente su corazón. Sus golpes en los cueros son para el sonido de los Stones lo que San Pedro para la Iglesia Católica: la piedra sobre la que se construyó todo. Su estilo consiste en ser lo más 'jazzista' que pueda porque ése es su verdadero amor musical. Se mantiene callado en público, pero su opinión es autoritaria para asuntos como el diseño de la tarima y de las camisetas. Se entretiene en las giras haciendo bocetos de los cuartos de hotel como una especie de "diario", no tuvo problemas de drogas sino hasta la década de los 80, y recientemente sobrevivió a un cáncer en la garganta. No guía, pero colecciona autos para sentarse a mirar el panel de instrumentos. Es, por mucho, el mejor que viste en la banda.
"Lo único que me preocupa cuando hago el primer show es si mis manos lo van a aguantar. Y uno espera haber ensayado lo suficiente. No necesariamente en conocer las canciones, sino físicamente... si tú paras, se para toda esa maldita cosa". (Charlie)
"No vuelvas a llamarme 'tu baterista' jamás.
"Doy la impresión de estar aburrido, pero realmente no lo estoy. Es sólo que tengo una cara increíblemente aburrida". (Charlie)
"Los bateristas blancos no tienen 'swing', excepto Charlie Watts". (Keith)
Ronald "Ronnie" Wood
A los 58 años, Ronnie es el miembro más joven del grupo y todavía sigue siendo, literalmente, la mascota. No es un integrante original sino que es el sucesor de Brian Jones y Mick Taylor en el lugar de la segunda guitarra. Luego de hacer carrera con The Faces y Rod Stewart, entró a la banda en abril de 1975 pero no lo convirtieron en un miembro "fundador" hasta los años 90: pasó todo ese tiempo como un asalariado más en vez de compartir las ganancias. Con su entrada, el sonido de los Stones dejó de ser de dos guitarras para desarrollar lo que Keith ha llamado un "tejido" de guitarras que se entrelazan a la perfección. Su afición a la cerveza Guiness y una que otra sustancia controlada lo convierte en el único Stones que tiene que "limpiarse" antes de comenzar las giras.
"Está bien ahora. Creo que se enamoró de la rehabilitación. Ronnie... lo he conocido drogado con el cerebro tan frito como te puedas imaginar que un hombre lo puede tener. Y lo he conocido sobrio. Y, honestamente, casi no hay diferencia". (Keith)
artículo escrito desde Puerto Rico por SERRANO....
cara, alma y corazón una combinación...perfecta...(mi opinón.)
