Una gran pérdida para la música. Personalmente me quedo con los años 60 con el cabrón de Ike Turner, con unos shows explosivos junto a las Ikettes.
Después de leer una autobiografía suya ("Yo, Tina", la recomiendo), siempre me llamó la atención que tras romper de una vez con el maltratador que era Ike Turner, no renunciase a su apellido de casada y siguiera simplemente como Tina, o con su apellido original u otro. Imagino que por seguir siendo conocida, pero es algo que nunca entendí.