Buenísimo Stone Alone, buenísimo Rolling with The Stones y buenísimo The Quiet One.
De su carrera en solitario no destaco ninguno de sus discos en especial, aunque si con su banda en directo. Nunca fui gran seguidor de Bill solo, pero lo que he visto y oído con los Rhythm Kings me encantó, igual lo suyo no sea componer, pero sobre un escenario es otra historia.
Como imagen suya me quedo la de los primeros 80, con ese tipo en chándal brillante clavado al suelo, mirando los desvarios de los demás con cara de descojonarse a costa de ellos.
Y siempre buscando estar en la sombra, encantado de que los periodistas pasasen de él, ocultando edad, estado civil y hasta su verdadero nombre. Un personaje.