Bueno, la historia es esta:
Más o menos a mediados de octubre andaba por Monterrey.
Busqué en la radio a ver que estaciones daban un poco de R&R
y de pronto escuché un promo de una estación que regalaba
boletos para ver a los Stones en Texas.
!Orale! Entonces me prendí al radio, la cosa era identificar
10 canciones mezcladas, y bueno, a la primera lo hice, anoté el
orden de las canciones e investigué la dirección de la estación; esa misma tarde
me presenté con mi lista escrita en papel higiénico y por suerte
encontré al locutor de turno, él no podia creer que tuviera el orden
correcto de la mezcla de canciones, me invitó a cenar y quedó de
entrevistarme al día siguiente.
Al otro día fuí al estación y platicamos un rato al aire, de fondo teniamos
temas del Steel Wheels, dí mis datos y el nombre del hotel en que me hospedaba;
después de la entrevista me dirigí al hotel y para cuando llegué !ya tenía más de diez recados!
Esa noche la banda de Monterrey me invitó a salir a conocer la ciudad. Por supuesto la invitación
escondia un interes.Y sí, les dí el orden de las canciones a la banda regia que se porto muy bien.
Dias después regresé al DF con la promesa de recibir mi boleto a la brevedad posible.
Ese boleto llegó el mismo día del concierto...
Este boleto no lo usé.
Aca en el DF, Rock 101 también tenía un concurso (la banda de chilangolandia debe recordar la estación)
junto con Coca Cola, Forúm International y Delta Airlines "Las Alas del Rock". Y bueno como andaba de suerte me gané un boleto (el 7 de noviembre), para entonces yo daba por perdido el boleto de Monterrey.
Forúm había prometido lugares de primera fila a los que compraron su paquete. Bueno nos engañaron y resulta que nos dieron los lugares más lejanos del estadio.
Pero el ingenio mexicano salió a flote y logramos bajar a un lugar más cercano, después de brincar dos bardas y burlar una revisión de boletos.
Esa noche fué maravillosa, cuando comenzó el show (muy puntual) no saliamos del asombro de estar ahi.
Una llamarada enorme nos dio la bienvenida, el calor que sentimos fue el preámbulo para la avalancha demoledora de Sus Satanicas Majestades y su energético R&R.
Esa noche fue la primera vez que ví a los Stones y por mucho en mi memoria será el mejor concierto al que haya asistido.
Larga vida a sus majestades.
Gracias por permitirme compartir mi nostalgia.
Saludos.
Sergio Mimbrera
