Autor Tema: Fotos de Ronnie y Rod ayer  (Leído 447 veces)

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Desconectado Gerardo

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Fotos de Ronnie y Rod ayer
« on: Octubre 14, 2004, 10:35:47 pm »
Me las mandó moy, que por cierto debería estar en este foro ya que habla muy bien el español








Desconectado Marcelo Quatraro

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Fotos de Ronnie y Rod ayer
« Respuesta #1 on: Octubre 17, 2004, 07:37:29 pm »
Diario Clarín (17/10/04)

MUSICA: EL SHOW DE ROD STEWART, EN LONDRES
Elogio del rocker maduro

El escocés presentó su tercer disco dedicado al cancionero norteamericano, con Ronnie Wood de invitado.

Este es mi primer Hall, así que voy a tratar de hacerlo memorable", dijo Rod Stewart el miércoles por la noche, visiblemente nervioso ante el majestuoso auditorio del londinensísimo Royal Albert Hall. De jeans y campera negros y con za patillas, el escocés salió a matar: Tonight You´re Mine salió pegadita a This Old Heart of Mine, que anunció como "una vieja canción de Motown".

La paquetería de la velada (aunque esta vez no había requerimientos de etiqueta, los precios de las entradas arrancaban en sesenta libras, unos trescientos treinta pesos, y se duplicaron en la reventa) se hizo añicos a pura fuerza de hormonas: por más que ronde los sesenta, Stewart sigue gozando de una envidiable llegada al público femenino.

Respaldado en la primera parte del show por una banda absolutamente impecable (dos guitarras, bajo, batería, piano, órgano, violín, saxo y tres coristas), el cantante pareció hablar de sí mismo cuando entonó Some Guys Have All the Luck (Algunos tipos tienen toda la suerte). Enganchada vino Addicted to Love, que dedicó a "un amigo que murió hace poco, Robert Palmer", autor de la canción. El concierto siguió trepando en intensidad con las acústicas, pero no por eso menos entradoras Handbags & Gladrags y Reason to Believe. Para subir más aún entró en escena el ovacionadísimo Ronnie Wood, socio de siempre de Stewart (ver Una voz...), que en Stay with Me volvió a demostrar que es uno de los mejores intérpretes de guitarra slide que hayan pisado este planeta. Y ya que la cosa venía en plan rocker, cerró este tramo del show con Hot Legs.

Mientras el coqueto de Rod se fue a camarines a retocarse el maquillaje y el peinado y cambiar de vestuario, una de las coristas se mandó con una demoledora versión del Proud Mary de Creedence, pero más cercana a la que hacían Ike & Tina Turner. "Ya sé que vinieron a verme cantar a mí, pero pensé que escucharla en el intermedio sería refrescante, justificó Stewart al volver vestido igual que antes, pero en otra combinación de colores. En la espalda de su camisa verde decía "Celtic", su club de los amores.

"Sé que estuvieron bebiendo mucho antes del show. Nosotros también, así que ahora vamos a parar media hora para unos tragos más". Y era cierto: aunque el inmenso teatro estaba lleno desde una hora antes del comienzo, la concurrencia recién se ubicó en sus butacas cinco minutos antes del momento pactado. Antes, los bares, restaurantes (en el edificio hay varios de ambos) y pasillos estaban colmados de gente que bebía y charlaba. El bar es un componente clave en la vida social británica así que, mientras los técnicos preparaban el escenario para la salida de la orquesta, la sala volvió a quedar literalmente vacía y el público (algunos ya bastante entonados) volvió a beber. Eso sí, cinco minutos antes de la media hora anunciada por el escocés, todo el mundo volvió ordenadamente sus asientos. Algo sólo posible gracias a la célebre puntualidad inglesa.

Con la numerosísima orquesta ya ubicada en sus lugares, la banda llegó (esta vez de riguroso smoking blanco) y comenzó a desgranar They Can't Take That Away From Me, de George Gershwin, mientras la estrella de la noche bajaba cantando por las escalinatas del tablado. "Esa fue una hermosa canción arruinada por un escocés cockney", bromeó Stewart a propósito de su trabada pronunciación. En What a Wonderful World, llevó hasta las lágrimas a una fan de la platea baja, que no podía creer que su ídolo, sentado a su lado, le cantara sosteniéndole la mano.

Siguiendo con los invitados, llegó el turno de los dúos con Chrissie Hynde, de los Pretenders (As Time Goes By, famosísimo tema final de Casablanca). Luego vendría Bewitched, Bothered and Bewildered junto al popular (en Gran Bretaña) personaje humorístico Dame Edna Everage, también a cargo de las presentaciones. Para el cierre quedaron la folkie Maggie May, con Ronnie de nuevo en guitarra, Sailing (con coro gospel incluido) y Twisting the Night Away, que fue el momento elegido por el cantante y ex futbolista para su ritual de los habitual: mientras banda y orquesta seguían con la canción, el escocés pateó pelotas certeramente colocadas en todos los rincones del teatro.

A más de dos hora y media de comenzado el concierto, todos abandonaban el Royal Albert Hall contentos, tarareando la canción que más les había gustado. ¡Qué buen tema de conversación para el bar!

MUSICA: EL SHOW DE ROD STEWART, EN LONDRES
Una voz muy reconocible
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La de Rod Stewart es una de las voces más reconocibles del rock. Pero un registro identificable no lo convirtió en estrella; sí en cambio lo hizo la combinación de este factor y una enfocadísima búsqueda musical. Porque, a diferencia de sus coetáneos, que se dedicaron a explorar cuánto pop podía llegar a caber en el rock, y sin importar cuál sea el género al que este dandy border haya decidido asomarse, el viejo Rod siempre termina descubriendo cuánto rock se puede meter en el pop. Descaradamente comercial y despojado de ciertas veleidades de prima donna, Stewart construyó su carrera no sólo mirando a la música popular estadounidense que explotaban contemporáneos como los Who, los Beatles y los Stones, sino también (o sobre todo) filtrando estas influencias a través del folk británico. A fines de los '60, y luego de pasar sin pena ni gloria por varios grupos (entre ellos, los Hoochie Coochie Men del pionero del blues inglés Long John Baldry), el cantante desembocó en el Jeff Beck Group. Allí ayudó a darle forma al heavy blues y conoció al que sería su gran compañero de ruta y socio compositivo: el entonces bajista y luego guitarrista Stone, Ronnie Wood. Junto con éste reorientó a unos extraviados Small Faces (luego Faces) al tiempo que se forjaba una brillante carrera solista. Amante de las canciones radiables, dedicó su vida a hacerlas sin darle mayor importancia al hecho de que fueran propias o ajenas. De hecho, y contra el gastado mandamiento que reza que "ninguna versión superará al original", Stewart supo apropiarse tan bien de los temas que varias de sus versiones sí superan al original. Con su tercer Great American Songbook (que se edita a nivel mundial el 19 de octubre), Rod no hace sino llevar al extremo lo que fue una constante en su carrera: simplemente, cantar sus canciones favoritas. Nada más, ni nada menos.



El álbum

Stardust... The Great American Songbook Vol III, la tercera visita de Rod Stewart al cancionero norteamericano, responde a las características de los dos álbumes anteriores: canciones estupendas, muy bien tocadas y muy bien cantadas por la inconfundible carraspera que en los lejanos 70 supo encendernos con Do You Think I'm Sexy.

Para los que les gustaron los discos anteriores, este es altamente recomendables. Los que los dejaron pasar, no encontrarán novedades aquí.

Sí pueden encontrarse clásicos como What a Wonderfull World (de otro ronquito, Louis Armstrong) con Stevie Wonder; Blue Moon con Eric Clapton; y Manhattan con Bette Midler. Lujos que se da Stewart, como una banda exquisita, donde el contrabajo y la batería tocada con escobillas otorgan un clima de elegante cabaret que campea a lo largo del disco.

La elección de los 14 temas —de autores como Cole Porter, George e Ira Gershwin o Hoagy Carmichel y Mitchell Parrish—, donde además de los mencionados están Nigh and Day, Stardust e Isn't Romantic, es tan impecable que deja con ganas de más.
Walter Domínguez




  • Visitante
Fotos de Ronnie y Rod ayer
« Respuesta #2 on: Octubre 17, 2004, 07:57:39 pm »
gracias marcelo y gerardo

Dr. LucianitO

  • Visitante
Fotos de Ronnie y Rod ayer
« Respuesta #3 on: Octubre 18, 2004, 01:40:28 am »
Para los que no tuvieron oportunidad de escucharlos, les recomiendo los dos discos anteriores "The great american songbook" (1 y 2). Si bien estan muy lejos de sonar como "Maggie May" y "Do you think I'm sexy" (lo digo porque en estos discos Rod eligio Standards de Jazz), son discos altamente recomendables. Si tienen la oportunidad, consiganlos, no se van a arrepentir.
Saludos...
                                                         LucianitO.-
PD: Marcelo, te trate de escribir un mail, pero no se xq tu casilla de correo me lo rebota. Voy a seguir intentando..