Autor Tema: Entrevista a Marianne (Diario Clarin)  (Leído 1118 veces)

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Desconectado FEDE_CARP

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Entrevista a Marianne (Diario Clarin)
« Respuesta #15 on: Septiembre 23, 2011, 02:38:38 pm »
No tenia idea del single agu pero no, no cantó ese tema...no me puedo acordar el nombre.

Despues voy a buscar a ver si lo encuentro y lo pongo...

Desconectado Marcelo Quatraro

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Entrevista a Marianne (Diario Clarin)
« Respuesta #16 on: Septiembre 25, 2011, 10:23:07 am »
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/3-22997-2011-09-24.html

MUSICA › MARIANNE FAITHFULL OFRECIO UN CONCIERTO BREVE Y BELLO EN EL COLISEO

Una dama que sabe construir intimidad

Acompañada sólo por el notable Marc Ribot en guitarra, la ex musa de Los Rolling Stones hizo un repaso acotado por su carrera. En la segunda mitad, el concierto cobró un vuelo expresivo único.


El Coliseo a menos de la mitad, los micrófonos y sillas casi en el fondo del escenario... La pregunta que surgía justo antes de que empezara el show de Marianne Faithfull acompañada en guitarra por Marc Ribot era cómo iban a arreglárselas para lograr esa “velada íntima” que proponían los afiches. Tal vez, en un lugar más chico y con la dupla más cerca... Pero no, para conseguir un contacto casi a flor de piel entre ellos y el público no hizo falta más que el enorme charme de la gran dama –que fue novia de Mick Jagger, amante de Keith Richards y musa de Los Rolling Stones–, con esa voz que evoca tantas noches de humo y alcohol. También contribuyó una lista de temas breve pero perfecta, con temas propios, de John Lennon, Bob Dylan, Duke Ellington, The Decemberists y “dos tipos a los que conocía en los ’60” (je). Y como para que todo cobrara más vuelo, la guitarra acústica de Ribot, viejo acompañante de Tom Waits, que en la segunda mitad del show abandonó su rol de mero acompañante y se convirtió en brillante protagonista.

Allí estaban, los dos solos sobre el escenario enorme, luces tenues, sonido perfecto. Saco y pantalones oscuros, y camisa blanca para la dama que, cuando la descubrió, Andrew Loog Oldham describió como “un ángel con tetas grandes”. Claro, eso fue en los ’60, y la que llegó al Coliseo parece más la tía abuela de aquel icono pop, pero también es cierto que esta señora tiene un recorrido artístico impensado para aquella chiquilina que se dio a conocer con “As Tears Go By”. Sí, Faithfull pasó momentos malos –adicciones, vivir en las calles, anorexia–, pero salió de todo eso hace décadas y se convirtió en una figura respetada, que logró emparejar sus logros como cantautora con el mito de la reina del Swinging London. El concierto porteño, con la versatilidad de Ribot de por medio, fue un repaso acotado de ese camino. Y arrancó por el final, porque el primer tema fue el que da nombre al último álbum de Faithfull, “Horses and High Heels”, y le siguieron otros dos del mismo disco, “Why Did We Have to Part” y “That’s How Every Empire Falls” (que presentó diciendo que era sobre Estados Unidos: “El imperio maligno, que está cayendo... y no tuvimos que hacer nada, lo hicieron ellos solitos”).

“Todavía fumo, ¿saben?”, compartió la blonda cantante con el público después de que apareciera la primera tos, y recibió un murmullo cómplice de la platea. Más tarde acudió a otros dos temas que grabó en Horses and High Heels, “Prussian Blue” y “Love Song”, entre las que intercaló “The Crane Wife”, de los Decemberists, de otro disco reciente, Easy Come, Easy Go (2008). Hasta ese momento, el concierto era encantador, pero lo mejor estaba por venir. Y llegó apenas Faithfull anunció: “Quizá conozcan ésta, la hice con un tipo del que no me acuerdo el nombre, se llama ‘Sister Morphine’”. El tipo en cuestión, por si alguno no captó la ironía, es un tal Mick Jagger, y la canción fue incluida primero en el brillante Sticky Fingers de los Stones. Faithfull debió pelear legalmente para que le reconocieran sus derechos por haber escrito la letra del tema, que en principio apareció acreditada a Jagger-Richards. Pero eso es historia: el jueves a la noche, el presente eran Faithfull y su voz profunda y quebradiza, más la guitarra de Ribot que empezaba a soltarse. Y enseguida, el pico más alto, una versión de “Solitude” (Ellington) que trasladó a todos a un bar lleno de humo, de esos de películas en las que de repente cesan gritos y ruidos de vasos para poder escuchar la voz que pronuncia cada palabra desde las tripas.

“Baby Let Me Fallen You Down”, de Bob Dylan, con Ribot deslumbrante en ukelele, fue grabada para Amnesty International durante el concierto, según anunció la cantante. Y después, los “hits”: “Broken English” (“una canción política”, con la guitarra convertida en orquesta), “As Tears Go By” (el momento en que aparecieron los celulares con cámara de video), la movilizadora versión de “Working Class Hero” (de John Lennon), “The Ballad of Lucy Jordan” (también de Broken English) y “Strange Weather” (compuesta para Faithfull por Tom Waits). El bis fue sólo para ella, que cantó “Love Is Teasing” a capella, bien cerca del público, y después repartió apretones de manos antes de partir, con la elegancia de una dama que sabe bien de qué se trata eso de la intimidad.

Desconectado sirfito

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Entrevista a Marianne (Diario Clarin)
« Respuesta #17 on: Septiembre 25, 2011, 02:05:07 pm »
Gracias por las notas!
En clarin de hoy, suplemento espectaculos, tambien salio una muy buena critica del show. Si alguien la quiere subir tambien...

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Entrevista a Marianne (Diario Clarin)
« Respuesta #18 on: Septiembre 25, 2011, 05:19:26 pm »
Cita de: "FEDE_CARP"
No tenia idea del single agu.

Fede, fue su segundo laburito y fracaso rotundamente. Despidió a Andrew´y la Decca comenzó a darle la espalda.

Adjunto la notita de clarin sobre el show de esta madame...
 
Con ella volvió el otoño

Crítica. Marianne Faithfull en el Coliseo. La ex novia de Mick Jagger en los ‘60 repasó sus hits y su nuevo CD. Marc Ribot la acompañó en la guitarra.

24.09.2011 | Por Pablo Schanton [email protected] Podria interesarte
Marianne Faithfull En cualquier lugar del mundo, sobre qué hablan dos extraños: sobre el clima. Más aún cuando el tiempo es tan loco… Sobre eso canta ella en Strange Weather . Entonces, cómo iba a ser primavera si la señora tenía que volver a sus versos de anocheceres, soledades y lluvias. Entonces, el 22 de septiembre de 2011 en Buenos Aires nos sorprendieron a la vez la mítica ex novia de Mick Jagger en los 60s y un otoño imperdonable.

Quien alguna vez fuera descripta como “un ángel con tetas” es hoy esta señora rubia e inglesa de 64 años que aún canta canciones tristes. Como cuando los Rolling Stones le cedieron As Tears Go By y esos labios carnosos y esa cabellera perfecta (de muñeca o Pozzi) completaban el physique du rol de muchacha del Swinging London. La acústica del Coliseo es de lo más adecuada: sólo ella y el excepcional guitarrista Marc Ribot (esta vez nada eléctrico, al revés de sus días con Tom Waits) pronuncian el rebote, produciendo una cuadrofonía que volvía física la desolación de esas canciones. Las versiones en plan “brit folk” urbano ponen a la dupla en sintonía con P J Harvey, que acaba de ganar el Mercury Prize con su CD Let England Shake .

Ahora Marianne baila un poco con las manos en el bolsillo del blazer, y es esa tía que se separó cuando no había divorcio y todavía fuma como chimenea. Ahora, mira hacia arriba y estira más sus manos que sus brazos: una zombi sublime y expresionista, pintada por Edvard Munch. De cualquier modo, común o especial, el aspecto es de sobreviviente. Su brillo es el de una cicatriz. Siempre le pesó eso de pertenecer a la nobleza. No era para menos: desciende del austríaco Von Sacher-Masoch, es decir, el señor de donde viene la palabra “masoquismo”. Lo que ofrece en escena, y más aún en un bis a capella, es un masoquismo llevado con nobleza.

Pasa por cinco canciones de Horses & High Heels (sí, el título es feo: “Caballos y tacos altos”), su flamante álbum. Pero sobresale Sister Morphine -los Stones la hicieron famosa en su Sticky Fingers (71)- la fábula hospitalaria suena vívida, ojerosa y terminal. Se nota que parte de la letra es de ella.

Hace Solitude , el standard de Duke Ellington. Al entonar el “En mi soledad” no subraya la interpretación: suena a mera comprobación. Lo mismo sucede con cada verso del Working Class Hero de Lennon. Sin dudas, su estado vocal ayuda. Una cicatriz de voz, cuya superficie es vidriosa y ahumada, y su fondo está formado de un cuarteado etílico. Nunca desafina. Sólo gritará para Broken English (tema central de su obra maestra homónima del ’79) y resonarán ahí tanto Patti Smith como Violencia Rivas. En su parsimonia también se transmite fragilidad: espía las estrofas de un atril, se peina un poco, camina hasta el telón, lo toca, toma agua. Presenta todas las canciones con el adjetivo “Lovely” y alaba a Dylan especialmente. Nunca nombrará a los Stones por sus nombres. Y cuando tosa, lo hará fuera de toda canción.

Su carrera empezó con una canción visionaria, As Tears Go By , sobre la nostalgia de la infancia. El punto de vista no era el de aquella modelito hippie, sino el de esta noble masoquista que devolvió el otoño a Buenos Aires.

http://www.clarin.com/espectaculos/musica/volvio-otono_0_560943912.html