Y lo digo con admiración, porque que un personaje del rocanrol de este calibre, se deje caer por estas tierras, es toda una noticia.
Todavía me resuena en los oídos el espectáculo que ayer viernes tuve la oportunidad de presenciar. Para los que no lo conozcan, Wilko Johnson fue guitarrista y alma mater de Dr. Feelgood, casi nada al aparato. Con ellos hizo cuatro discos, tres en estudio, Down By The Jetty (75), Malpractice (75) y Sneakin´Suspicion (77), y uno en directo en 1976, Stupidity, número uno en Gran Bretaña y su consagración. Sin embargo, el inquieto Wilko (su verdadero nombre es John Wilkinson) deja los Feelgood por disparidad de criterios musicales, y forma su propia banda, Solid Senders, editando un disco homónimo.
Dando otra vuelta de tuerca, se une en el 79 a los Blockheads de Ian Dury, estando con ellos un par de años. Allí conoce a Norman Watt-Roy, bajista de altura, que deja a Ian Dury y se une a Wilko hasta el día de hoy (o hasta ayer viernes 20). Salvatore Ramundo primero y Steve Monti después serían los baqueteros de la Wilko Johnson Band. Posteriormente sería Dylan Howe quien tomaría las baquetas hasta hoy.
Para quien no los haya visto nunca, dense una vuelta por youtube y verán cómo Wilko aporrea su guitarra, por cierto sin pua, a dedo descubierto. Johnny Burnette And His Rock And Roll Trio, la Jimi Hendrix Experience... y la Wilko Johnson Band, tríos de altura. En el concierto de ayer, celebrado en el Aulario La Bomba de la Universidad de Cádiz, estos ingleses nos brindaron más de hora y media de rocanrol sin descanso, sin pausas entre los temas, para no dejarte capacidad de reacción. En una sala pequeña, con el público encima, de pie y entregado, olor a sudor, humo de tabaco, cerveza y rocanrol. Con los ticks del señor Johnson de toda la vida: las muecas marca de la casa, aporreando la guitarra sin descanso, ametrallando literalmente al público que le jaleaba, recorriendo el escenario mientras interpretaba riffs y solos que se confundían, como si hubiese más de una guitarra. Mientras tanto, bajista y batería, verdaderos maestros, anclaban al protagonista al suelo, haciendo que el estómago se te moviera al compas de una sección rítmica difícil de igualar actualmente.
Para los que tengáis la oportunidad de verlo en directo, mi más sincera recomendación. Sale uno de la sala con la sensación de que el rocanrol no ha muerto, que Bisbal, Chayanne y compañía solo son algo pasajero y que volveremos a tener rock de alto voltaje para toda la vida. Ojalá...
Wilko Johnson Band (sin Dylan Howe), Sneakin´Suspicion
Wilko Johnson Band, Barbed Wire Blues
Y como dicen por allá, de yapa, Wilko con Dr. Feelgood, tocando Roxette, espectacular!!!
