Mick Jagger decidió venir a la Argentina después de su banda a causa de un cargado itinerario que lo demoró en Brasil.
El diario Último Segundo publicó que ayer luego del multitudinario show que la banda dio en la playa de Copacabana, estuvo durante en el Hotel Copacabana Palace, de donde salió a medianoche a dar un paseo por la ciudad.
El músico se movilizaba en un automóvil Mercedes-Benz con el empresario Oskar Metsavaht, dueño de Osklen, y escoltado por un convoy formado por otros tres autos blindados de marca alemana, más una camioneta de Chrysler y otra de General Motors con 18 custodios.
Jagger quería presenciar el ensayo de la scola de la que Luciana Jiménez -la modelo madre de un hijo del músico- era madrina, pero Beija Flor ya había terminado de ensayar, por eso caminó hacia Terreiro do Samba y vio unas batucadas.
De allí, partió hacia la disco 00, donde estuvo media hora en una mesa con 14 personas, entre amigos brasileños y extranjeros.
Enseguida continuó su caravana y se fue a la disco Baronetti, en Ipanema, pero su presencia generó tal revuelo que el músico se retiró enseguida.
Con ayuda del cordón de seguridad regresó al auto y al hotel.
El empresario Metsavaht que lo acompañó comentó que Jagger quería dormir luego de la cena y el paseo relámpago que había tenido, al tiempo que aseguró que el músico se había quedado encantado con el show del día anterior y con el público brasileño, otro de sus favoritos.
Por lo que aseguró que volvería a hacer un show gratis allí de nuevo.
