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Los Rolling hacen vibrar a más de 30.000 personas en Benidor
« on: Septiembre 26, 2003, 01:28:23 am »
Reseña del diario El Mundo (http://www.elmundo.es/elmundo/2003/09/26/cultura/1064533510.html)

EL GRUPO ESTARÁ EL SÁBADO EN PORTUGAL
Los Rolling hacen vibrar a más de 30.000 personas en Benidorm

CARLOS BAZARRA | EFE

 
BENIDORM.- Los Rolling Stones actuaron la noche del jueves en Benidorm ante más de 30.000 personas de todas las edades que, durante casi dos horas, repasaron parte de sus vidas con los himnos generacionales que Mick Jagger y los suyos han rescatado para celebrar sus cuarenta años de reinado en la música rock.

Tras haber aplazado dos veces este verano su presencia en Benidorm, una por problemas de salud de Jagger y la otra por agenda del "40 Licks World Tour", la banda británica deleitó al público con sus éxitos más conocidos y una espectacular puesta en escena.

Como teloneros actuaron los escoceses Primal Scream, que intentaron preparar al público con sus trallazos sonoros y su particular fusión del rock con el "techno" y la psicodelia, alcanzando la mejor respuesta con "Swastika eyes" y "Movin' on up".

Puntuales, enérgicos y rockeros, los Rolling ofrecieron un recital con un guión muy parecido a los celebrados en Bilbao, Madrid y Barcelona el pasado mes de julio, con "Brown sugar" como primer plato, "Sympathy for the devil" como cocina imaginativa y "(I can't get no) Satisfaction" como el postre que todo músico querría tener en su menú.

"Hola a todos, hola Benidorm, por fin estamos aquí!", saludó Sir Mick Jagger a los miles de "stonianos" que desde el primer acorde se entregaron al espectáculo de una banda en la que Keith Richards ejerció de guitarrista estrella, Ron Wood le siguió el ritmo con malabarismos acústicos y Charlie Watts corroboró que para tocar bien la batería no hace falta sonreír.

El imparable Mick

El jefe del grupo no paró de corretear por los 54 metros de ancho del escenario. Su padre era profesor de gimnasia y el pequeño Mick debió quedar impresionado de lo que se podía hacer con los brazos y las piernas. Durante el concierto posó, bailó, besó, abrazó y, sobre todo, animó al público -aún más- para que hiciera de la noche una velada agotadora, sí, pero también inolvidable.

"Don't stop", "Miss you" ("vamos a pasarlo bien", espetó), "Ruby Tuesday", "You can't always get what you want" ("sois un público maravilloso") y "Paint it black" (tras jalear coros futboleros) fueron algunas de las piezas de la primera hora del concierto, en la que también cantó Keith Richards, demostrando dos cosas: que tiene un público entregado a su guitarra, y que ese mismo público le gusta precisamente eso, que toque y que deje cantar a Jagger.

El ecuador fue para el contrato particular firmado en los 70 entre los Rolling y el demonio para envejecer sin que se note, para convertirse en leyendas del rock y de la cultura popular tras cuarenta años de escándalos, drogas, fama y, sobre todo, buenas canciones.

"Sympathy for the devil" tiñó la Costa Blanca de un rojo satánico, con llamaradas y fuego en la tierra del artificio y unos coros que, por unos minutos, convirtieron el concierto en todo un ritual. Fue el momento más especial, con el famoso icono de la arrogante lengua fuera de los labios carnosos de Jagger quemado por las llamas. Los Rolling, más que simpatía, le han cogido cariño al diablo. "Encantado de conocerte", le canta Jagger. Se sienten bien y se les nota.

Un guión perfecto

Después se fueron a la plataforma instalada en medio del foso principal, entre miles y miles de seguidores que les acompañaron a ritmo de "rythm and blues" y de unos desarrollos instrumentales impecables. El sonido era perfecto y todo salía de acuerdo al guión de un gran espectáculo.

"It's only rock and roll (but I like it)", "Honky tonk woman" ("sois marchosos, ¿eh?"), "Start me up", "(I can't get no) Satisfaction" y "Jumpin' Jack Flash" fueron las encargadas de cerrar con confeti un concierto, el primero de la banda en tierras valencianas, que no dejó indiferente a nadie.

Este sábado irán a Coimbra (Portugal) y el lunes a Zaragoza. Mientras, el grupo descansará en su base de operaciones del hotel Hesperia San Juan, preparando el siguiente repaso a la segunda mitad del siglo XX a través de sus historias, de su personalidad y, sobre todo, de su música.