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Hoy en La Nación...
« on: Noviembre 12, 2012, 06:35:59 am »
Lunes 12 de noviembre de 2012 | Publicado en edición impresa.

The Rolling Stones: medio siglo de rock

En un repaso por su historia, la banda festeja con un compilado triple con dos temas nuevos y dos documentales. Keith Richards, Mick Jagger, Charlie Watts y Ron Wood.

Noticias aquí y allá, y mucho dedo cruzado, aquí, como para que Sus Majestades Satánicas se apiaden del tan fiel público argentino y sumen a Buenos Aires en la lista de shows para celebrar sus cincuenta años de reinado.

Es que la banda misma ha dicho que el año próximo podrían sumarse más shows a los cuatro ya confirmados, que serán el 25 y el 29 de este mes, en el O2 Arena de Londres, y el 13 y el 15 de diciembre, en el Newark Prudencial Center, de Nueva Jersey.

La maquinaria stone está en funcionamiento. Ya fueron testigos de ellos los pocos privilegiados que obtuvieron un lugar en los dos ensayos con público que tuvieron lugar en París, el 25 y el 29 del mes pasado.

Pero hay más. Hoy en Inglaterra, y mañana en el resto del mundo, incluida la Argentina, sale a la venta Grrr!, el álbum triple que recorre su carrera y que incluye dos temas nuevos, "Doom and Gloom" y "One More Shot". También mañana, Universal pondrá en las bateas locales, Charlie Is My Darling - Irlanda 1965, la película rodada ese año, inédita hasta ahora, dirigida por Peter Whitehead.

Pero habrá que esperar un mes más, hasta el miércoles 21 de diciembre, para que la señal paga HBO cierre la fiesta con el estreno de Crossfire Hurricane, un documental sobre los primeros años de la banda. A continuación, las palabras de Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts, sobre estos cincuenta años en carrera, extraídas de una entrevista que la discográfica Universal acercó a LA NACION a propósito de este festejo.

los comienzos

Mick Jagger: "Cuando comenzamos, éramos una banda de blues que tocaba los domingos para estudiantes universitarios que no tenían nada que hacer. Lo que significábamos para esos estudiantes era algo nuevo y divertido; también tocábamos para los de las escuelas de arte. Tocábamos blues, un poco de rhythm and blues y otro poco de rock and roll, pero, sobre todo, blues. Eso éramos. Cuando nos hicimos más populares, lo abandonamos y nos convertimos en algo completamente diferente, una banda para chicas. Fuimos ídolos para adolescentes durante un buen tiempo. Y luego volvimos a ser una banda para universitarios. Así que hemos sido muchas cosas; aunque ahora creo que uno es cosas diferentes para distinta gente".

el perÍodo beatle

Charlie Watts: "Esa época en que la gente gritaba lo llamo el «período beatle». Lo odiaba, no había nada peor. Solía esconderme en los negocios cuando las chicas nos perseguían por la calle y me volvían loco. Creo que no hay nada como subir al escenario y que el lugar esté lleno de chicas gritando y saltando. Imaginate, estar ahí tratando de tocar".

las chicas

Keith Richards: "El público eran básicamente chicas de 13, 14, 15 años, y yo pensaba: «Bueno, soy un blusero». La brecha entre tu idea de lo que hacés y tu verdadero público es increíble. Pensaba: «Dios, tienen más volumen que nosotros». Los shows podían durar 10 o 15 minutos, y por ahí ni siquiera podías tocar, estabas esquivando proyectiles, había desmayos y chicas saltando desde los palcos. Era tal el espectáculo que uno se preguntaba quién era el público. Sentía que era yo quien iba a ver a esas chicas saltando, transpirando, gritando. Era bizarro. Si alguien entonces me preguntaba cómo me ganaba la vida, yo podía decir: «Me paro en esa plataforma y las adolescentes vienen, se les humedecen las bombachas y se vuelven locas». «¿Y te pagan por eso?», me podrían preguntar. «Sí, y muy bien»".

en cualquier lado

Keith Richards: "Tocar en un garaje, un bar, un teatro pequeño o un club es para nosotros el equivalente de que nos pongan caramelos al alcance de la mano. Dame mi pequeño amplificador Fender y olvidate de las distracciones de la gran tecnología y de las computadoras. Siempre es un desafío y siempre es interesante poder mirar al público a los ojos. En esos lugares nos ponemos a prueba: si no podemos rockear en un club, nene, entonces dejo todo y me dedico al golf o algo así".

los estadios

Mick Jagger: "Siempre me gusta ir a ver un poco al público mientras está sonando la banda soporte. Puedo verlos porque en general todavía es de día y me sirve para chequear un poco, para ver qué tipo de público es; qué aspecto tienen, cómo actúan... También miro la forma del estadio, porque todos son un poco diferentes... Cuando salimos a escena, ves tal vez 5000 personas, tal vez más, que luego parecen desvanecerse en el anonimato. Pero siempre podés ver a los de adelante, como en cualquier recital. Además tenemos algunos que nos siguen y a los que conocemos por sus banderas y carteles, hasta podemos escucharlos gritar. Así que no es tan anónimo como la gente piensa".

la permanencia

Keith Richards: "Somos buenos en lo que hacemos, y amamos lo que hacemos y lo hacemos sólo por nosotros mismos. Por supuesto no nos molesta que nos paguen, pero eso no es lo que mueve a la banda. A veces me pregunto: «¿Qué querés hacer de verdad, Keith? ¿Sentarte en casa, pintar, escribir o algo así?». Pero hay una fuerza magnética que me lleva a decir: «Lo que realmente quiero es tocar con Charlie Watts y Mick y Ronnie»".

"doom and gloom"

Ronnie Wood: "Es difícil en estos días y estos tiempos crear una nueva canción. Lo que Mick tenía claro en su mente, así como le pasaba a Keith con «One More Shot», era que tenía que ser simple y salvaje, y dejar que la naturaleza siga su curso. Y así fue en el estudio. Hicimos un tema un martes -«One More Shot»-, el miércoles grabamos -«Doom and Gloom» y el jueves los overdubs. En los viejos tiempos, nos hubiera llevado seis meses hacerlo. Somos los nuevos Rolling Stones «eficientes»".

en el estudio

Keith Richards: "Creo que mucho de la energía viene de que hacía mucho tiempo que no trabajábamos juntos. ¡Seis años fuera de la ruta, me estaba poniendo muy ansioso! Mick y yo compusimos un par de canciones; al principio, con «Doom and Gloom» le dije: «Mick, es un título raro para el festejo de 50 años». Pero ya sabés cómo son los Stones, siempre contra la corriente. Es un gran tema, con una letra buenísima. Le dimos a un par de tracks en París, hace unos meses, «Doom and Gloom» y «One More Shot». Fue interesante porque creo que nunca grabamos un tema tan rápido, tres tomas y listo. Nos miramos preguntándonos si necesitaba algo más. Fue rapidísimo, los Stones son increíbles de esa manera, la química y la energía que hay cuando nos juntamos. Lo difícil es juntarnos. Pero una vez que estamos juntos, en los lugares correspondientes, Charlie detrás de los tambores y un par de guitarras, la sensación es extraordinaria, incluso después de todos estos años. Sentís que debe de haber alguien más en la habitación. Y pensás: «Está Mick, estoy yo, están Charlie y Ron», y te das cuenta de que es esa otra entidad que mueve las cosas... como sea que se llame"..

Nunca está de más volver a escucharlos

Cincuenta temas para cincuenta años. Así de redondo y directo es Grrr! el triple compilado que se edita mañana y con el que los Rolling Stones festejan su medio siglo de carrera ininterrumpida. Claro que es válido preguntarse si hacía falta realmente otro álbum recopilatorio de la banda. La respuesta es que nunca está de más; que para los fans de siempre es una buena excusa para repasar y disfrutar otra vez de lo conocido y amado, y que de paso puede convertirse en una puerta de entrada para los posibles nuevos escuchas.

Hace diez años, para los 40 años, los Rolling Stones editaron Forty Licks, un disco doble con, claro, cuarenta temas. Pero la diferencia con Grrr! no es sólo de cantidad, porque esta vez se eligió que la estricta cronología comience allí donde todo verdaderamente empezó: con su primerísima grabación, "Come On", el tema de Chuck Berry que registraron en mayo de 1963.

Como en Forty Licks, aquí la mayor cantidad de canciones incluidas pertenecen a los primeros y gloriosos años de los Stones (24 de los tracks son de los años sesenta, 12 de los setenta y así en orden decreciente), y no falta ninguno de los temas clasiquísimos de Mick Jagger y Keith Richards.

Para Grrr! se suman, además, los dos estrenos que celebran este medio siglo de vida: "Doom and Gloom" y "One More Shot", temas intensos y tan stones que no desentonan para nada con lo que se viene escuchando. Y que, crucemos los dedos, quizá podamos ver en vivo en Buenos Aires en algún momento del año próximo..

Crónica de antes del estallido

La arrogancia en escena, los fans adolescentes enloqueciendo, los Rolling Stones tocando como lo que eran por sobre todo, una banda rockeando en un escenario y poniendo todo de sí, los comentarios graciosos y casi adolescentes de los mismos músicos. Una auténtica pintura de lo que vendría, la durante años inédita Charlie is my Darling, la película concebida por Andrew Loog Oldham, por entonces mánager de los Stones, y dirigida por Peter Whitehead, sale finalmente a la luz, mañana, en formato DVD.

Cierto es que durante años circuló de forma pirata entre los fans, pero con una muy precaria calidad. Ahora restaurada, esta crónica urgente de la breve gira por Irlanda de 1965 es un documento único de la banda, justo antes de que todo estallara definitivamente y mientras "(I Can't Get No) Satisfaction" escalaba en los rankings.

"La música pop es algo efímero -dice Jagger en los primeros segundos-. Cuando grabamos nuestro primer disco y llegó a estar en las listas, pensamos: «Seguro que estaremos por un año o tal vez por un año y medio y luego se terminará todo»." Corte a cara de una apenas adolescente de dientes separados que dice: "Me gusta el muchacho que toca la batería, Charlie", dando así el nombre a la película. De allí en más, y con una cámara en mano que permite sentir que uno está en medio de lo que sucede, el director los sigue en trenes, autos y aviones, en ensayos y shows, en breves entrevistas y en los momentos de recreo y ocio.

Imposible no ver el film a la luz de los años que pasaron: la interacción entre Jagger y Richards, divirtiéndose, jugando con la música, con las rimas, imitando a los Beatles y a Elvis Presley; los siempre ácidos comentarios de Watts, la mirada intensa y la voz suave de Brian Jones, el aire entre ausente y profesional de Bill Wyman, las imágenes de shows en Dublín y Belfast (incluida una fantástica secuencia en la que los fans invaden el escenario, los quieren tocar, los tocan, los empujan, los abrazan, mientras los Stones intentan seguir tocando), los comentarios de los adultos y la pasión de los jóvenes, todo en una hora de fascinante encanto.

La edición incluye como extras el corte del director y el del productor, Oldham, ambos básicamente el mismo material (algunas tomas más extensas, en todo caso), pero editadas en otro orden. Además, una explicación breve y ejemplificada del proceso de restauración..